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viernes, 17 de diciembre de 2021

Apertura. "El Fin de la Grandeza".(V/4). Curavacas. Diciembre 2021



Hace dos inviernos se exprimió casi hasta el extremo el enorme potencial alpino de la cara norte pura del Curavacas, sin embargo, desde entonces, he venido pensando que, pese a haber muchas líneas, parece faltar una, una que sea de fácil formación, de dificultad moderada, directa a cima y que, al alpinista medio, le dé una cierta garantía de salir por arriba después de la pequeña odisea que supone llegar a la base de esta imponente pared. El pasado marzo, al hacer la Diez Riol con Carlos Mendieta, ya vi cuál podría ser esa propuesta, desde entonces la he estudiado con detenimiento a través de fotos desde distintos ángulos y en diferentes condiciones. Y recién llegado el invierno es hora de probarla.

El anticiclón se ha instalado hace muy poco pero, precisamente esa pretendida facilidad de formación, me hace pensar que pueda estar ya en condiciones. Así las cosas, llamo a Carlos y le propongo la jugada. No es hombre de decir que no y ahí estamos al cabo de dos días, ascendiendo con los frontales la Canal Oblicua para, en sus rampas finales, saludar al sol naciente.

En El Portillo.

Rapelamos el Corredor del Portillo y, casi cuatro horas más tarde de salir de Vidrieros, estamos a pie de vía. Se ve bastante hielo en el recorrido que pretendo seguir mientras que las demás vías de la pared están prácticamente secas. Se confirma de esta manera mi suposición en cuanto a su facilidad de formación.

Vamos allá.

L1: 40 m/3

Pequeña cascada que da a una campa, protección con tornillos y reunión en la campa con los piolets.


L1.
                                                                  

L2: 60 m/50° 

La campa se va estrechando hasta llegar a la primera banda rocosa. Ensamble

L3: 50 m/3+

Bonita cascada de unos 20-25 metros por la que superar la banda, termina en una gulot de nieve por la que se avanza hasta hacer reunión en otra banda rocosa. Protección con tornillos y un friend en la fisura que delimita por su izquierda la cascada.

L3.

L3.


Reunión L3.

L4: 60 m/65° 

Campa con resaltes en hielo. Protección con tornillos, reunión en una roca emergente.

Resaltes L4.

L4.


L4.


L5: 60 m/50°

Campa hasta llegar a la siguiente banda rocosa. Ensamble.

En el L5.

L6: 80 m/55°

Una gulot fácil de hielo se abre paso entre la roca con tendencia hacia la izquierda.

Después una serie de fáciles y cortos corredores llegan hasta la cumbre.

Ensamble.

Gulot oculta y rampas finales vistas desde El Portillo.

Rampas finales.

En la cumbre.

Tras unos minutos en la cima admirando sus inigualables vistas, encaramos el descenso, primero por La Llana y después por un incómodo Callejo Grande cargadísimo de nieve sin transformar.

En algo menos de dos horas, cansados pero contentos, organizamos el material en la plaza de Vidrieros mientras dos señoras, pertrechadas con zapatillas de casa y bata, aprovechan el sol de la tarde para hablar de la vida y de la muerte, ajenas a esos trajines de los alpinistas que tan acostumbradas están a ver.









viernes, 7 de febrero de 2020

Apertura. "Rompehielos". (V/4). Curavacas. Febrero 2020




Por quinto día en poco más de un mes, el amanecer me sorprende con la mirada puesta en el Curavacas. Yaco y yo progresamos por una nieve durísima en su cara norte, más que cara norte es un circo, a modo de anfiteatro, con dos paredes casi enfrentadas separadas por la brecha del Corredor del Portillo. A la derecha la que culmina en la cima Oeste, surcada por "Horizonte de Sucesos" (anterior entrada de este blog); y a la izquierda la pared que acaba en la Meseta Inclinada y la cima principal.

Nos dirigimos al centro de esta última, allí, entre verticales cascadas, discurre la "Vía Quebrada", una vía de roca que nos hace pensar en una posible progresión por su entorno en piolet tracción.

Aspecto general de la pared.

Por ahí va la vía.

La pared se presenta cubierta de hielo, el calor de las horas centrales del día ha formado sobre la nieve una capa de hielo cristal, ha verglaseado la roca y, entre ella, muchas cascadas sugieren varios itinerarios, luego veremos que algunas son columnas quebradizas imposibles de escalar, elegir bien entre ellas será la clave que nos guíe en nuestra progresión. Montamos la reunión inicial con un tornillo y nos metemos en faena.

L1: 40 m/3+
Cascada de 12 metros a 75° con hielo grueso pero muy estalladizo, termina en una sección de hielo a 60° con otro pequeño resalte a 75° hasta hacer reunión bajo una nueva cascada. Protección y reunión con tornillos.

L1.

L1.
L1.


Final L1.

Final L1.

L2: 40 m/4
La zona gruesa de la cascada es hielo cristal quebradizo así que se flanquea hacia la izquierda para enfilar hacia arriba por hielo más fino pero de mejor calidad, 8 metros a 80° conducen al inicio de un corredor en nieve dura y hielo que, con una pendiente entorno a los 60° permite ganar bastantes metros. Reunión a mitad del mismo con dos tornillos acortando el largo para evitar rozamientos. Protección con tornillos y un fisurero.

L2.

L2.

L2.

L2.

Final L2.

L3: 40 m/3
El corredor se convierte en una estrecha línea de hielo que pasa progresivamente de los 60° a los 70° con una evidente bifurcación en la que tomamos la rama derecha. Reunión bajo un muro de hielo con una marcada columna a su izquierda, que nuevamente, al igual que la protección, hacemos con tornillos.

Inicio L3.

L3.

L4: 50 m/3+
El muro de hielo que cierra el paso es un paño quebradizo y la marcada columna está formada por hielo cristal pulido y estriado. Decidimos buscar más a la derecha algo mejor. Protegiendo con tornillos se hace un flanqueo delicado y expuesto en hielo a 65°, al abrirse la visión y, con solo un tornillo ya en el arnés, descubro una cascada a 75° de unos 6 metros que sale a algo que parece nieve dura. Protejo con ese último tornillo, supero la cascada y avanzo por nieve corcho a 60° en busca de una banda rocosa donde hacer reunión. Logro emplazar precariamente un clavo y el tótem negro, refuerzo con los piolets clavados a cañón en hielo y recupero a Yaco.

L5: 50 m/3
Tras un primer resalte en hielo de 5 m a 70°, corredor de nieve dura y hielo con tendencia a la derecha por el que se gana la Meseta Inclinada. Reunión lazando una roca emergente, protección con tornillos.

Saliendo en el L5.

Saliendo en el L5.

Por fin el sol, la Meseta Inclinada está durísima, con una inclinación moderada, pero tremendamente expuesta, nos lleva hasta la salida de la Canal Sur, tras el flanqueo del contrafuerte rocoso, ganamos la cumbre por un corredor con nieve también muy dura y algo de hielo que da el castigo final a nuestros gemelos y punteras.

Últimos metros.

Muchas horas y un puntito de tensión hasta el abrazo del final.

Bajamos por La Llana sin perder la concentración pues está muy helada, y por fin, con las últimas luces del día, descendemos por el Callejo Grande donde, sorprendentemente, la nieve sigue estando dura. Volvemos a encender los frontales como hace unas cuantas horas, para llegar hasta Vidrieros, la luna, que quiere ser llena, junto con la neblina que se está echando, dan un aspecto mágico a estos últimos pasos. Mientras, la silueta del Curavacas, sutilmente iluminada, nos reclama una última mirada.

Los maltrechos pies nos recuerdan lo durísimo que estaba el hielo. "Rompehielos", no podía ser de otra manera, un nombre que nos transportará a las condiciones de la apertura de esta línea que, como me dice Tente Lagunilla, endereza la estival "Vía Quebrada". Discurren cercanas, en algún momento se cruzan, pero no comparten recorrido. Grandezas del invierno, con su disfraz de hielo que todo lo cambia.

jueves, 2 de enero de 2020

"Los Faquires". (V/3+). Curavacas. Enero 2020



Foto de la guía del Curavacas y Espigüete de Tente Lagunilla.

A la cara norte del Curavacas es complicado acceder, la sensación de estar en un oasis de soledad es total, es una norte sombría, de esas en las que el invierno da una tonalidad azul a las paredes de roca y hielo.

Es 2 de enero y allí estamos Arturo y yo. El silencio es total y tentadoras líneas blancas surcan las paredes. Entre ellas hay una con un nombre lleno de historia , "Los Faquires", aquella valiente cordada protagonista de una tragedia que se convirtió en leyenda.

Aspecto general de la vía.

Con ese objetivo hemos venido y a los pies de la cascada del primer largo nos colgamos todo del arnés y sacamos la cuerda.

L1: 50 m/3+
Cascada de 20 metros a 80°, muy buen hielo para progresar y proteger, termina en una campa a 40° por la que se avanzan metros hasta hacer reunión en una roca.

Cascada del L1.

L2: 60 m/55°
La campa va ganando pendiente hasta la proximidad de la pared, sin proteger avanzamos hasta hacer reunión en ella con tótems.

L3: 30 m/60°
Se avanza en diagonal hacia la izquierda por nieve dura hasta hacer reunión a la entrada de la goulotte en la que acaba la campa. Reunión como la anterior. Tampoco protegemos.

L4: 45 m/3+
Primeros 30 metros bastante mantenidos a 75° con resaltes cortos de 80°. Hielo blanco muy bonito para progresar. Salida a corredor a 55°. Protección y reunión a la izquierda con tótems.

L3.

L3.

L3.

L3.

L5: 50 m/55°
Se avanza por un corredor muy cargado de nieve que termina en un hombro. Ensamble.

L6: 30 m/travesía
Travesía expuesta hacia la derecha, aseguramos con el cuerpo en el hombro y protección en roca, como la siguiente reunión.

Travesía.

Corredor final.

L7: 50 m/60°
Corredor muy cargado que termina en la arista, ligeramente al oeste de la cima Oeste del Curavacas. Protección con tornillo y reunión al otro lado de la arista.

L7.

Vía muy alpina en un entorno de compromiso, nos ha satisfecho plenamente. Pero no hemos terminado los deberes, nos queda un descenso que no va a regalar nada.

Estamos frente al Corredor de los Gránulos y nos decidimos por él para afrontarlo. Nieve muy dura y hielo, toca destrepar muchos metros de cara a la pared, primero un resalte y luego un bloque empotrado, que pasamos por debajo, no nos permiten relajarnos.

Llegando a la base del corredor.

Por fin salimos del corredor, nos quitamos crampones, guardamos el material e iniciamos un largo flanqueo por toda la cara sur de la montaña hasta llegar a la pedrera de la subida normal.

Un último paseo hasta el coche, ya con las últimas luces de la tarde y por el fondo del valle, sirve para terminar esta bonita jornada de alpinismo en la que hemos disfrutado de una escalada en un entorno que da la sensación de estar totalmente aislado del resto del mundo.


jueves, 2 de abril de 2015

"Diagonal". (IV/3+, M4). Curavacas. Abril 2015

El jueves 2 de abril quedo con Angel en Vidrieros a las 5 de la mañana,  he salido de Arlanzón dos horas antes y el termómetro del coche marca -2°C.

Croquis de la vía

Subimos por la vía normal a la luz de la luna poniéndonos los crampones a la altura de la fuente y luego nos desviamos a la derecha hasta llegar al collado del Hospital donde nos pilla el amanecer. La nieve muy dura nos permite progresar con comodidad. En el collado nos pertrechamos con todo el material y bajamos hasta el comienzo de la vía. Son las 7h45m cuando la comenzamos. El primer corredor se ve interrumpido por un resalte que superamos en roca por la derecha.

Entrando al corredor.

Superado este resalte entramos en una travesía hacia la derecha no demasiado complicada, enseguida divisamos el agujero bajo un bloque por el que debemos de escalar.

El "agujero".

Tras el bloque aseguramos en una cueva el punto más duro de la vía.

Vista hacia abajo. Otra cordada afronta la travesía

El resalte se presenta dificilillo. Se entra en nieve dura y se clava el piolet derecho en un hielo bastante decente, se da un impulso y se hace lo propio con el izquierdo lo más arriba posible aupándose sobre ambos con un hielo en los pies que da bastante confianza,  ahí Ángel mete y yo después saco un tornillo, en una posición bastante precaria se quita uno los guantes, se echa los piolos al arnés y se sale a la roca de la derecha donde, ya en seco, se progresa por una fisura donde hay un clavo viejo, se sale luego a un espolón bastante expuesto hasta subir por él a terreno más fácil. Se supera otro bloque y se llega por fin a un campo de nieve. IV+ le daría yo, con los crampones se hace durillo.

Entrando al resalte.

Primer paso en el mismo.

Saliendo a la roca.

Pasado el resalte un corredor permite ganar metros hasta afrontar un nuevo resalte, más sencillo que el anterior pero con gran ambiente,  después se cruza un aéreo nevero colgado que nos lleva al inicio de la fina línea de hielo que atraviesa la pared en diagonal y que da nombre a la vía.

En plena travesía.

En la travesía. 

Entramos la diagonal enfrentándonos a un tercer resalte, un paso delicado, con muy buen hielo para traccionar de piolets pero malos pies en nieve podrida o en roca, el paso es muy aéreo e impresionante. Superado vamos alternando campos de nieve dura con pequeños resaltes en hielo o mixto de menor dificultad que el descrito, este tramo lo hacemos en ensamble con seguros intermedios.

Paso delicado.

Foto que nos hace la otra cordada.

Finalmente y por terreno algo más fácil alcanzamos La Llana.

Saliendo a La Llana.

Hemos utilizado un tornillo, fisureros y friends pequeños. Sólo nos queda caminar por La Llana hasta la cima para hacernos las fotos de rigor y comer algo. La vía nos ha llevado 4 horas y media y este último trámite media hora más.

Ángel y Santi en la cumbre.

Nos queda una plácida bajada por el Callejo Grande disfrutando de las vistas. Llama la atención los grandes aludes que han barrido la zona tras las nevadas de febrero.

Efectos de una avalancha
10 horas después de comenzar estamos de nuevo en Vidrieros celebrando con unas cervezas un día perfecto de escalada y amistad.

Enlace a la descripción de esta misma vía otra temporada: