martes, 2 de mayo de 2017

"Maribel".(IV/3+, M4). Peña Telera. Mayo 2017



Le tenía muchas ganas al Maribel. No sé muy bien por qué, tal vez porque fue el primero de los corredores de Telera del que oí hablar, sabía de sus condiciones cambiantes, de su dificultad, pero creo que me quedaba corto. Ahora me siento un poco derrotado por él...
El caso es que siendo primeros de mayo se comenta que hay buenas condiciones en Patacua y han salido unos días fríos, parece que una ventana de buen tiempo nos dará una oportunidad. Y allá vamos. Xabi y yo. Buena amistad que empezó en enero cuando coincidimos bajando de la Gran Diagonal, también en nuestra Telera de hoy.
Son las 6 cuando nos ponemos en marcha, una plácida y despejada mañana nos permite contemplar en todo su esplendor el paredón norte de esta bella montaña.
Nos equipamos al inicio del cono y a muy buen ritmo vamos hacia nuestro objetivo. El cielo se ha tornado gris y comienza a nevar, esto no estaba en el guión pero ni nos planteamos darnos la vuelta. Ganamos metros e inclinacion, superamos sin cuerda un primer resalte en hielo de un par de metros e inmediatamente hacemos reunión al pie de una cascada de unos 6 metros casi en la vertical que me parece asequible.

Primer resaltillo.

Voy a por ella. Progreso bien, meto dos buenos tornillos y cuando me falta un paso para llegar arriba, mi mano derecha no responde, he perdido energía desliando los pulpos de una cinta y no tengo otra que bajarme. Más difícil que salir por arriba probablemente, pero sin necesidad de tirar de brazo y sin asumir riesgo. Destrepo lo trepado protegido por los dos tornillos, agacho las orejas y le doy el turno a mi compa que sale airoso con soltura sobre la línea ya marcada.

Entrando a la cascada.

A un paso de salir.....Y a punto de bajar.

Remonta el corredor a 50° que sigue a la cascada y monta reunión a la izquierda antes de un nuevo resalte. El brazo vuelve a ser mío y subo sin problema con la cuerda por encima.
Nieva con ganas y el corredor está más cargado de lo que nos gustaría. Le da de nuevo Xabi al L2, el resalte es "raro", un diedro con nieve inconsistente, pero se deja hacer, otra rampa a 50° y nueva reunión a la izquierda. En las tres reuniones hemos encontrado un clavo que hemos reforzado con un friend o un fisurero.
Voy a la faena, apuro los 60 metros de cuerda en una sucesión de 3 resaltes cortos, de unos dos metros cada uno, en buen hielo, se suele reseñar como dos largos pero me da justo para llegar bajo el bloque empotrado y hacer reunión con dos clavos que triangulo con un fisurero.

Primer resalte del tercer largo.

El bloque de presenta agresivo, nieve inconsistente abajo y poco o nada para pinchar arriba. Xabi se emplea a fondo abriendo mucho mucho la pierna izquierda y gancheando en roca primero para llegar al fino hielo de arriba después, monta reunión unos cuantos metros por encima, a la derecha del corredor, y le doy al asunto. No es fácil la verdad, no veo forma de salir del desplome hasta que apurando toda la curvatura del Nomic logro pinchar arriba en un trocito de hielo que parece fiable, crampón derecho a roca lisa, abro a la izquierda todo lo que puedo el otro para apoyarlo en oposición en la pared, y con un arreón, salgo a la nieve. Rampa muy cargada, demasiado cargada.
Tras la reunión pequeña travesía para volver a la vertical del corredor y le entra Xabi al último resalte, una chimenea helada donde se disfruta de lo lindo haciendo oposición con la espalda en roca y gancheando en las estalactitas de hielo. Mejor ganchear que pinchar, pues es hielo transparente y quebradizo. Arriba, una capa de un par de centímetros de hielo más blanco, permite salir tratándolo con delicadeza. Superado, reunión a la derecha con la salida ya a la vista.

Saliendo a la rampa final.

Me cede mi compa el honor y hago el largo final por una rampa que no supera los 60° y que salva por la derecha la cornisa.
Sigue nevando así que sin tregua nos vamos a buscar la Y griega para bajar. Destrepamos hasta el primer rápel y vamos para abajo. Llegados a la cueva donde esta la instalación para el segundo somos incapaces de recuperar las cuerdas, Xabi ha de subir unos metros para deshacer el entuerto.

Hacemos el segundo rápel mientras parece que deja de nevar. Un enorme alud ha roto el corredor y ha dejado tramos más inclinados de lo normal, así que destrepamos con cuidado de cara a la pared. Recuperada la pendiente habitual, bajamos sobre nuestras huellas de subida hasta donde termina la nieve.
Nos queda un plácido paseo hasta el coche, hemos regresado a la primavera tras unas horas metidos en el invierno.
Gran escalada sí, pero me queda un largo viaje dándole vueltas al asunto de la primera cascada....No me siento tan satisfecho como otras veces, sin embargo la compañía ha sido genial y hemos luchado de tú a tú con una montaña invernal y un tanto ostil. Tenía ella su día malo. Y yo el mío. Pero seguiremos tan amigos, que estás batallas forman parte de una relación.