Hace dos inviernos se exprimió casi hasta el extremo el enorme potencial alpino de la cara norte pura del Curavacas, sin embargo, desde entonces, he venido pensando que, pese a haber muchas líneas, parece faltar una, una que sea de fácil formación, de dificultad moderada, directa a cima y que, al alpinista medio, le dé una cierta garantía de salir por arriba después de la pequeña odisea que supone llegar a la base de esta imponente pared. El pasado marzo, al hacer la Diez Riol con Carlos Mendieta, ya vi cuál podría ser esa propuesta, desde entonces la he estudiado con detenimiento a través de fotos desde distintos ángulos y en diferentes condiciones. Y recién llegado el invierno es hora de probarla.
El anticiclón se ha instalado hace muy poco pero, precisamente esa pretendida facilidad de formación, me hace pensar que pueda estar ya en condiciones. Así las cosas, llamo a Carlos y le propongo la jugada. No es hombre de decir que no y ahí estamos al cabo de dos días, ascendiendo con los frontales la Canal Oblicua para, en sus rampas finales, saludar al sol naciente.
En El Portillo. |
Rapelamos el Corredor del Portillo y, casi cuatro horas más tarde de salir de Vidrieros, estamos a pie de vía. Se ve bastante hielo en el recorrido que pretendo seguir mientras que las demás vías de la pared están prácticamente secas. Se confirma de esta manera mi suposición en cuanto a su facilidad de formación.
Vamos allá.
L1: 40 m/3
Pequeña cascada que da a una campa, protección con tornillos y reunión en la campa con los piolets.
L1. |
L2: 60 m/50°
La campa se va estrechando hasta llegar a la primera banda rocosa. Ensamble
L3: 50 m/3+
Bonita cascada de unos 20-25 metros por la que superar la banda, termina en una gulot de nieve por la que se avanza hasta hacer reunión en otra banda rocosa. Protección con tornillos y un friend en la fisura que delimita por su izquierda la cascada.
L3. |
L3. |
Reunión L3. |
L4: 60 m/65°
Campa con resaltes en hielo. Protección con tornillos, reunión en una roca emergente.
Resaltes L4. |
L4. |
L4. |
L5: 60 m/50°
Campa hasta llegar a la siguiente banda rocosa. Ensamble.
En el L5. |
L6: 80 m/55°
Una gulot fácil de hielo se abre paso entre la roca con tendencia hacia la izquierda.
Después una serie de fáciles y cortos corredores llegan hasta la cumbre.
Ensamble.
Gulot oculta y rampas finales vistas desde El Portillo. |
Rampas finales. |
En la cumbre. |
Tras unos minutos en la cima admirando sus inigualables vistas, encaramos el descenso, primero por La Llana y después por un incómodo Callejo Grande cargadísimo de nieve sin transformar.
En algo menos de dos horas, cansados pero contentos, organizamos el material en la plaza de Vidrieros mientras dos señoras, pertrechadas con zapatillas de casa y bata, aprovechan el sol de la tarde para hablar de la vida y de la muerte, ajenas a esos trajines de los alpinistas que tan acostumbradas están a ver.
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