jueves, 27 de diciembre de 2018

"Corredor Central Oeste". (IV/4+, M3). Taillón. Diciembre 2018



La montaña. Ese mundo extraordinario donde te encuentras seres extraordinarios, es casi fin de año y hay muy poca nieve en todos los sitios, pero, cosas de este mundo extraordinario, la cara oeste del Taillón está en unas condiciones excepcionales, la noticia ha volado y sabemos que no estaremos solos en la vía. Dani y yo viajamos a dormir a Gavarniè para, a las cuatro de la mañana, iniciar nuestra aproximación desde el aparcamiento de la estación de esquí.

Vamos a por la Quintana, la vía de la derecha de la pared, quizás la más asequible, pero con una estética de lujo.

Dani no va fino, me lo comenta al poco de comenzar a andar, pero mis ánimos y sus ganas, hacen que se sienta mejor y que, piano piano, sigamos hasta el puerto de Bujaruelo. La noche es de calma total y la nieve está perfecta.

Hay varias cordadas en la zona, las luces de los frontales las delatan, y todas vamos al mismo sitio.

Al remontar las palas que dan acceso al glaciar de Gabietos, Dani empieza de nuevo a encontrarse mal, vamos muy lentos y yo le animo constantemente, un paso delicado con toda la carga que llevamos, le acaba de machacar y dice que no sigue, que hay que volver, que en esas condiciones no puede escalar.

La montaña es así, es cosa de dos, y con todas las ilusiones evaporadas de repente, iniciamos el descenso. Estábamos ya en el plateau glaciar, con las vías de la Oeste del Taillón brillando a la luz de la luna, altivas y perfectamente formadas, testigas de nuestra retirada.

Las tres vías de la pared.

Al perder altura, Dani se encuentra mejor, pero ya no hay vuelta de hoja, nos cruzamos con varias cordadas a las que explicamos la situación, ya casi estamos en el puerto de Bujaruelo.

De repente, vemos a un tipo que sube a toda pastilla con un perro, pensamos que será un montañero que se está dando un paseo deportivo pero.....joder, lleva dos piolets técnicos en la mochila...

Le pregunto y dice que va a la pared, que piensa hacer en solitario el Corredor  Izquierdo y a lo mejor también la Quintana....ostras, un máquina total, un fenómeno, meterse en esos "fregaos" en solitario está al alcance de muy muy pocos.

Yo, que soy de mente rápida, le digo medio en broma medio en serio que si lleva arnés, y lo lleva, (junto con dos tornillos, una cinta y un cabo, por si necesita descansar en medio de una cascada), que si le hace escalar a largos, y dice que bueno, le pregunto a Dani, y dice que me vaya con él, que me espera abajo, que él ya está bien y la bajada por la pista es un paseo. Intento pensar de prisa. No quiero que Dani me espere 12 horas aburrido y encima tenga que hacer otra noche antes de volver.....venga, si no te importa haz el viaje solo, me dejas mis cosas al pasar por Burgos en un bar al lado del que tengo aparcado el coche, y yo ya me apañaré para llegar, el mozo este viene de Bujaruelo y me bajaré para allí con él, luego Dios dirá. Me puede el ansia, metemos la otra cuerda y los hierros que lleva Dani en la mochila del campeón y de nuevo para arriba, ahora a ritmo de locos.

Luego pensaré que mi cartera también está en el coche de Dani. Pero recordad, este mundo extraordinario está lleno de seres extraordinarios.

Resaltillo antes del glaciar, tercera vez que paso hoy por aquí, ah coño, ¿como te llamas?, Arturo, pues yo Santi. Y de dónde vienes, de la Rioja alta, joe, pues yo de la Demanda burgalesa....esto tiene muy buena pinta.


La cordada recién formada!!

Glaciar, los tres viones a vista, ¿cuál hacemos? las cascadas del Central están perfectas, pienso yo que a Arturo, con cuerda, las otras dos vías le van a saber a poco, está claro ¿no?, uf, espero estar a la altura, es la joya de la zona, pero es un MD, bueno venga, de perdidos al río.

¿Y el perro? Arturo lo ata a una piedra y ahí se queda tan contento. Al lío.

Cruzamos el glaciar y dejamos una mochila a pie de vía con el material que no vamos a utilizar.

La vía, desde su base.

Monto la reunión inicial con dos tornillos y le doy al primer largo:

L1: 60 m/3.
Sucesión de resaltes en hielo con rampas en nieve dura, se protege con tornillos y dos friends en la pared de la izquierda. Se apura toda la cuerda para llegar a la reunión, esta queda a la derecha de la cascada, hay dos clavos viejos con un cordino. Refuerzo con un friend. En la reunión coincidimos con tres cordadas con las que compartiremos ascensión. Les cuento mi historia y flipan con el cambio de pareja....ays, el poliamor este de hoy en día....

Inicio del L1.

Mi casco...en el primer largo.

L2: 50 m/4+.
Imponente cascada a 90° de unos 30 metros. Para acceder a su base hay que destrepar unos metros desde la reunión. Arturo la borda protegiendo con 7 tornillos, salida a nieve dura hasta llegar a la reunión tras un paso en roca donde se mete un totem verde. La reu tiene una chapa y un clavo.


El sol ya en Francia.

Zona media de la primera cascada.

Saliendo de la cascada.

L3: 60m/55°.
Rampa de nieve que remonto sin meter nada hasta hacer reunión bajo la siguiente cascada con dos tornillos. La hago en la zona izquierda de su base porque a la derecha, con una buena fisura para friends, ya había inquilinos.


Comienzo de la segunda cascada.

L4: 50 m/ 4+/M3.
Cascada a 90° de unos 10 metros, hielo perfecto para proteger y progresar, se sale a una zona mixta bastante delicada hasta hacer reunión en un clavo reforzado con un friend.


Relajados en la reunión.

A partir de aquí guardamos las cuerdas y alternamos rampas de nieve a 55° con resaltillos secos un poco delicados hasta salir al sol de la arista. Son las 3 y hemos estado 5 horas largas metidos en el corredor.

En cinco minutos estamos en la cima del Taillón, fotos, reparto de material y para abajo, que la bajada tiene su aquel y quedan pocas horas de luz.


Cómoda arista hasta la cima.

Cima.
Otra mas.

Vista hacia el Perdido.

Se pierde altura con cuidadín hasta el collado de Gabietos, después, el flanqueo descendente hay que hacerlo con mucha concentración, hay buena huella pero es muy expuesto, finalmente, para bajar al glaciar, hay que hacer un destrepe en hielo pues la nieve escasea en la zona.

Nos despedimos de las vías.

Cruzado el glaciar y recogido Durque (el perro de Arturo) que pacientemente nos ha esperado todo este tiempo, hacemos el destrepe por el que hace unas cuantas horas pasé tres veces y continuamos un  descenso ya tranquilo hasta el puerto de Bujaruelo.

Nos quedan mil metros de desnivel negativo, cargados como mulas y con toda la tralla de hoy en nuestras espaldas para llegar a Bujaruelo ya con noche cerrada. Arturo, un sol de hombre, me regala una camiseta y medio salchichón, y me lleva en la furgo hasta Sabiñánigo.

Aquí comienza mi segunda aventura, la de volver a casa. Sin cartera ni otra documentación que la tarjeta de federado, sin otra ropa que la de alpinista, con una pesada mochila y dos bolsas de material y cuerdas, reorganizo mis ideas y me pongo en  acción. El recurso del móvil para sacar pasta me saca las castañas del fuego. Y con dinero en el bolsillo la vida se hace fácil.

Cargo de comida en el IFA, encuentro un hostal que da por válida mi tarjeta para el registro,  hago la colada con gel de ducha y la pongo en el radiador, me zampo lo comprado incluida una superlata de mejillones(de las destinadas a hostelería) abierta con un piolet (joder, es que no era abrefácil...) y a dormir. Mañana cruzaré media España en varios buses hasta llegar a Castañares, donde está mi coche, maravillas del transporte público, a saber:

1. Sabiñánigo-Jaca
2. Jaca-Pamplona
3. Pamplona- San Sebastián
4. San Sebastián- Burgos
5. Burgos- Castañares

La montaña, un mundo extraordinario, donde se encuentran personas extraordinarias, Daniel, por su comprensión, Arturo, un tipo genial que en unas horas de esa relación tan intensa que es compartir cuerda, pasa de ser un desconocido a ser un amigo, los miembros de las otras cordadas que, al saber mi historia, se ofrecieron a todo tipo de ayuda....en fin, lo dicho.

domingo, 13 de mayo de 2018

"Juego de Lágrimas". (III/3). Peña Ubiña. Mayo 2018


El fin de semana pasado, Daniel y yo, cuando fuimos a la Canal de la Aguja, en esta misma montaña y cara, llevábamos como segunda opción esta vía de hermoso nombre. Hoy se convierte en primera.
La semana ha sido muy cálida pero las últimas 24 horas el invierno ha vuelto repentinamente, la nieve primavera se ha endurecido hasta el extremo y Ubiña nos recibe tapada, ventosa y nebusqueando.
Como dice Dani, el momento de equiparse, ver el corredor y pisar la nieve dura como la piedra, es un chute de adrenalina que nos envenena y vamos enfilados hacia nuestro objetivo.

A la izquierda, nuestro objetivo

Ganamos metros y tomamos la estrecha y encajonada rama izquierda de la canal, casi 60°, pero nieve corcho perfecta que nos permite progresar sin cuerda hasta la base del paso clave del dia.
El ambiente es extraordinario, invernal y solitario, la mirada hacia abajo impresiona mientras hacemos la reunión inicial a la derecha con dos buenos friends.

Mirada hacia abajo desde la R0

Daniel, en la R0

Mirada hacia arriba

A por ello

L1: 45 m/3.
Las reseñas dan un IV en roca, en realidad sólo hay un pequeño escalón en mixto de metro y medio que da acceso a una gulot en nieve muy dura a 60° al principio que va ganando progresivamente inclinación hasta los 80° en la parte superior. Superada ésta, se llega por el hombro a una zona rocosa donde hacer reunión. Protección con dos friends y un fisurero a la derecha y reunión triangulando esos mismos seguros.

L1
L1

L2: 50 m/55°.
Travesía en roca descompuesta hacia la derecha hasta acceder a un corredor a 50-55°, se ganan metros hasta hacer reunión en la roca de su derecha antes de una evidente bifurcación. Protección y reunión con friends.

Travesía

L3: 60 m/ 55°.
Se toma la rama derecha de la bifurcación y se asciende protegiendo por su derecha hasta apurar la cuerda y reunir. Todo con friends.

L3

Podíamos haberlo hecho antes, pero tomamos ahora la decisión de guardar cuerdas, el corredor mantiene unas condiciones perfectas con una nieve durísima que tracciona de maravilla. Como sigue nevando ligeramente y hace bastante frío, es la mejor manera de ganar en velocidad.
Así las cosas, con cuidado y concentración, disfrutamos de la parte final, pendiente mantenida a 50° con pequeñas secciones a 55-60°, que nos lleva hasta una arista de imagen plenamente invernal. Sin parar apenas y tras recorrer un breve tramo por ella, bajamos por la canal sur. Está dura como una piedra, nada que ver con la semana pasada, es increíble lo que consigue una jornada gélida en la nieve de mayo.

Pala final

Pala final

Hemos acertado de pleno con las condiciones, eso sí, visibilidad reducida, viento, frío y nieve que han dado mucho ambiente a esta vía un tanto olvidada de la Ubiña grande.

Gran día, gran compañía y una cordada que va consolidándose. Llegando a Torrebarrio, mientras llueve, ya estamos haciendo planes para la semana que viene.

sábado, 5 de mayo de 2018

"Canal de la Aguja". (III/3). Peña Ubiña. Mayo 2018



Resulta sorprendente lo difícil que es encontrar un compañero para hacer alpinismo, en provincias como Burgos no seremos más de media docena los que nos metamos en estas aventuras y coincidir en motivación y disponibilidad se convierte en un problema añadido.

Así las cosas, decido hacer un llamamiento en Facebook por ver si alguien se anima a acercarse a Ubiña y darle un tiento a la Canal de la Aguja.

Daniel, desde Ferrol, contacta conmigo. Un par de llamadas y rápidamente nos ponemos de acuerdo, nos veremos en Torrebarrio a primera hora del sábado, con el material ya repartido y las mochilas hechas.

Con la luz del crepúsculo, a la que también contribuye la luna, comenzamos una aproximación en la que resumimos nuestras vidas en minutos dentro del marco de una agradable charla.

La nieve tiene buena pinta y confiamos en que aún quede el hielo necesario para franquear el primer resalte.

Nos equipamos bajo la atenta mirada de la característica aguja que da nombre a la vía y afrontamos el corredor que, estrechándose paulatinamente, se adentra en la fantástica cara noroeste de la Peña.

Una cordada por detrás al inicio del corredor

La nieve está de lujo y no sacamos la cuerda hasta hacer reunión en la pared izquierda a unos metros del resalte. Aprovechamos una chapa y reforzamos con un clavo. Al lío.

Resalte inicial desde la R0

L1: 40 m/3 o M3
La rampa de nieve acentúa su pendiente hasta los 75°, al final ya en hielo, y muere en un muro de 5 metros a 80° con una estrecha franja de hielo fino y quebradizo. Con el último seguro diez metros por debajo, logro traccionar en placas delicadas y salir a la nieve de arriba por donde progreso hasta dos chapas con las que monto reunión.
Resalte picante y hoy muy expuesto. Recupero a Dani que lo disfruta como un enano. Protección con friends en la gulot anterior al resalte, luego a pelo hasta la reunión.
La chapa de la R0, las dos de la R1 y sendos cabos de cuerda que parten de ellas y rápidamente se sumergen en la nieve, parece ser que fueron puestas por el programa Planeta Calleja. Sin embargo, en la zona del resalte, alguien ha debido cortar la cuerda, pues el hielo, fino y transparente, permitía ver que por ahí no pasaba.

El resalte desde arriba

Asoma Dani
Dani, saliendo del resalte
R1

L2: 40 m/55°
Precioso corredor con nieve dura que Daniel protege en la roca que lo delimita por su izquierda con 2 friends y un fisurero. Hace reunión con estos mismos elementos y también a la izquierda.

En el L2
Más cerca

L3: 30 m/2+
Continúa el corredor a 55° interrumpido por un pequeño resalte en hielo. Protejo solo con un friend antes del resalte y hago reunión lazando un bloque en la salida a la arista.

L3

Recogemos material bajo el agradable sol y con unas vistas increíbles. Nos lo hemos pasado en grande.

Recogiendo el material

Cresteamos hasta la canal Sur y bajamos por ella, la nieve empieza a estar demasiado blanda y hay que darse prisa.

En la bajada retomamos nuestra amena conversación y concluimos que ha sido un acierto el habernos conocido, tanto en el aspecto deportivo, como en el personal. Además de una preciosa vía en un día ideal, hemos hecho un compañero de escalada y un amigo.

Cerveza final en San Emiliano y el uno rumbo a Ferrol y el otro hacia Arlanzón. Nos vamos contentos y seguros de que está cordada tiene mucho futuro.


martes, 1 de mayo de 2018

Apertura. "Occidens". (IV/4, M5). Almanzor. Mayo 2018



Todo el mundo parece convencido de que la temporada de hielo en Gredos ha terminado. Es mayo y la segunda quincena de abril ha sido muy calurosa, sin embargo nos resistimos a tirar la toalla, hace algo más de un año ya nos fijamos en la cara oeste del Almanzor y vimos interesantes líneas blancas surcándola. Es la cara olvidada de esta montaña, solo una vía referenciada en roca y ninguna en escalada invernal. 
Raúl ha dicho que hay hielo y yo solo digo amén. Sé que tendrá razón.
Madrugamos algo más de lo habitual y la Luna Rosa ilumina nuestro ascenso a los Barrerones, el mar de nubes cubre los valles y en él nos sumergimos al bajar a la Laguna Grande, después, al subir de nuevo, estaremos a merced de sus olas, a ratos sol, a ratos niebla.

Buena huella hasta la entrada de la Norte Clásica y desde ahí flanqueamos en ligera subida hacia la pared oeste.

Observamos dos líneas factibles, vamos a por la de la izquierda que tiene una pinta buenísima.

Por cierto, tenemos el privilegio de que Yaco, magnífico fotógrafo, esté apostado en el Venteadero para, si le dejan las nubes, hacer alguna foto de nuestra escalada.

L1: 55 m/65°
Tras un resalte sencillo en buen hielo, rampa a 65° en nieve muy dura (a veces hielo) hasta hacer reunión a la izquierda bajo un marcado diedro helado. Protección y reuniones con friends.

L2: 55 m/4
Precioso diedro helado de unos 40 metros con buen hielo para traccionar y protegible en roca, muy mantenido a 80°, desemboca en una rampa de nieve a 60°. Reunión con 2 friends y un fisurero en la pared que cierra la rampa.


Diedro del L2

L2. Foto Yaco

L2. Foto Yaco

L2. Foto Yaco

L3: 50 m/M5
Se gana una aérea arista por la que se asciende hasta que se cierra en un muro vertical con una fisura como único punto débil, en general admite buenos pies y permite progresar con mínimos gancheos  de piolet, un clavo indica que alguien ha pasado por aquí. La salida es complicada, extraploma ligeramente y por arriba la nieve es inconsistente. Raúl es Raúl y todo lo hace fácil, yo empotro en la fisura un piolet y lo utilizo como apoyo para auparme y dar el último paso. Reunión a un metro de la cumbre norte.
Para Raúl M5. Yo diría que algo más. Todo el largo se protege con friends.

Por encima el L3. Foto Yaco

Decir que, desde la penúltima reunión, hicimos un descuelgue para abrir una variante de entrada más a la derecha, más corta, pues el cono de la base sube más arriba, y de menor dificultad. Describo su primer largo, luego se sigue por el L3 ya descrito.

L1: 60 m/3
Gulot a 75° con buen hielo que desemboca en una rampa de nieve dura a 65° interrumpida por dos cortos resaltes en mixto. Esta vez soy yo el que pasa por primera vez por ahí. Protegible en roca.

Se mete la nube

Primera línea de esta pared, no ha defraudado y hace justicia a una cara oeste que parece haber pasado desapercibida a los ojos de casi todos, "occidens oblitus", toma latinajo, oeste olvidada en la lengua madre.

Queda bajar por la normal, por cierto, con su canal final repleta de hielo, y volver raudos a la Plataforma, que hoy llegamos a la hora del vermut. Ventajas de madrugar e ir ligeros.

sábado, 14 de abril de 2018

Apertura. "Jaque Mate". (IV/4). Cuchillar del Cerro de los Huertos. Abril 2018



"Cazadores de Hielo". El nombre de una vía mítica de Gredos, tan codiciada como poco  repetida. Veamos qué significa.
Hace unos días, después de abrir una bonita línea en el Cabeza Nevada, recogiendo las cuerdas, Raúl y yo fijamos la vista, de forma simultánea, en el Cuchillar del Cerro de los Huertos, un trazo blanco, fino y continuo, lo surcaba de arriba a abajo cual tajo de cuchillo, ese día ya teníamos nuestra presa en el zurrón, pero los buenos cazadores, en cada cacería, marcan los rastros de nuevas piezas.

Hacia allí nos dirigimos ahora, cargados de munición e ilusión.
Una nueva nevada, caída está semana, nos va a dificultar la aproximación, desde la Laguna Grande debemos remontar casi 500 metros, primero por la Canal de los Geógrafos y luego por un ramal que, por su derecha, enfila hacia la base del Risco Moreno. La nieve no está en su mejor estado y dificulta el avance, la helada nocturna ha sido muy débil creando una mínima e incómoda costra, uf!, se respira  cierta sombra de duda respecto a si hemos elegido bien el día de la batida.
Nos equipamos poco antes del fin de la canal y dejamos un depósito con el material que no vamos a utilizar.

Es llegar al collado de la Punta Esperanza y disiparse todas las incertidumbres, la vertiente  noroeste del Cuchillar, con El Gargantón a sus pies, es sombría y fría. Mantiene el hielo a la perfección y la nieve está en mejores condiciones, descendemos unos metros para ampliar la perspectiva y encontramos la presa que perseguíamos. Una línea rebosante de hielo dibujada en la pared de roca oscura. Aquí está, no se ha movido del lugar donde la vimos, agazapada, esperándonos. Empieza una nueva cacería.

L1: 50 m/4
Comienza en un muro de 15 metros a 85° de muy buen hielo en el que entran las herramientas a la perfección. Dos tornillos muy solventes de inicio. Después el hielo pierde grosor y un par de metros a 90° donde hay que salir hacia la izquierda buscando pinchar con confianza, exigen pasos delicados.  Ahora hay que buscar la protección en roca (2 friends). Los últimos metros, a 80°, con otro tornillo a cañón y de nuevo buen hielo, llevan a la reunión, montada con dos friends a la izquierda de la línea.

Acabando el L1

L2. 60 m/4
Un par de friends de inicio para afrontar un resalte de 4 metros a 85°, sigue el hielo, óptimo en todo el largo, durante 15 metros a unos 75°, hasta llegar a una campa de nieve dura a 60° que, con tendencia a la derecha, lleva hasta la aérea arista. Reunión final en la otra vertiente con dos friends en una fisura horizontal.

Campa final del L2

La arista está espectacular, cornisas amenazantes y terreno delicado hasta llegar al rápel, situado unos 20 metros a la derecha respecto a la salida de la vía.

Ahí nos deja el rápel

Tras él, solo nos queda volver por nuestras huellas hasta el refugio y ya, por unas mucho más marcadas, a la Plataforma.
Pieza cobrada, era un jaque dado una semana antes con aquella mirada simultánea, hoy se ha convertido en un jaque mate.