viernes, 25 de enero de 2019

Apertura. "Cristales Rotos".(IV/3+, M5+). Risco Moreno. Enero 2019



Vuelta a mi querido Gredos. Poca nieve aún y cierta incertidumbre en tanto a las condiciones, aún no se ha escalado en la sierra pero, como dice Raúl, debo tener un pacto secreto no se sabe con quién y el amanecer nos muestra una nieve dura y brillante en la que apenas entran las puntas de los crampones. Esto promete.

Nos dirigimos al collado de la Punta Esperanza ascendiendo primero por la Canal de los Geógrafos y flanqueando luego hacia la derecha con precaución.

Dejamos una mochila en el collado y descendemos unos cuantos metros por la helada vertiente del Gargantón para tener perspectiva sobre la pared.

La pared, tapizada de hielo.

Esta se muestra tapizada de hielo fino y nos sugiere una línea que, enlazando dos diedros, alcanza el vértice del Risco Moreno. En la apertura de Jaque Mate, el invierno pasado, ya la habíamos echado el ojo. Esa es, ahí nos espera.

Trepadita a 55° por nieve durísima hasta hacer la R0 con el Camalot azul.

En la R0.

L1: 60 m/3+/M4.
Diedro tapizado de hielo con buena tracción para piolets abajo pero mala arriba, la última parte con pasos de mixto donde hay que gestionar con delicadeza los apoyos de pies ya que por encima está precario. Después relaja la pendiente y mejora el hielo hasta hacer reunión en un muro. Protección y reunión con friends y fisureros.

Comienzo del L1.

L2: 60 m/3/M5+.
A la izquierda del muro se remonta por un segundo diedro con nieve dura que muere en un paso de mixto vertical, se supera buscando mínimas repisas abriendo pies y gancheando por arriba en roca. Tras una transición más tumbada y con buen hielo, el diedro se torna de nuevo vertical pero ofrece una fisura que permite encajar los pies y hacer algún gancheo, aunque no muy fiable, por arriba. En su final hay que sacar un pie al lateral derecho para después, con un paso atlético hacia la izquierda, llegar a la arista. Protección y reunión en roca, esta última en una fisurita ideal para emplazar friend y fisurero. M5+ hoy. Con más hielo sería otra cosa.

Comienzo del L2.

Mirada hacia abajo.

Mirada hacia arriba.



Dos circos gredenses a nuestros pies, uno al este y otro al oeste, soledad absoluta y una cumbre que muy pocas veces ha visto gente en invierno. Poquísimas diría yo.

En la cima.

Ahora hay que bajar y no parece tarea sencilla pero la chistera de Raúl tiene un fondo infinito. Dos rápeles de fortuna nos llevan a la base del segundo largo, el primero anclando dos nudos de un trozo de cuerda a la mencionada fisurita y el segundo lazando con otro trozo un puente de roca. Para el tercero, que debe salvar todo el primer largo, utilizamos el Escaper de Beal, maravilloso invento que ahorra mucho trabajo.

Segundo rápel.

Recogiendo cuerda.

Queda remontar hasta el collado por esta sombría vertiente para bajar después por la opuesta. Ahora alterna la nieve muy dura con la blanda de los tendidos de sol.


Llegar a la plataforma, como siempre, sirve para saborear los momentos vividos durante el día. Recordamos como sonaban los cristales de hielo que continuamente caían por la vía y ese "clin-clin" de vidrio rompiéndose nos sugiere que debe llamarse "Cristales Rotos".

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