viernes, 7 de febrero de 2020

Apertura. "Rompehielos". (V/4). Curavacas. Febrero 2020




Por quinto día en poco más de un mes, el amanecer me sorprende con la mirada puesta en el Curavacas. Yaco y yo progresamos por una nieve durísima en su cara norte, más que cara norte es un circo, a modo de anfiteatro, con dos paredes casi enfrentadas separadas por la brecha del Corredor del Portillo. A la derecha la que culmina en la cima Oeste, surcada por "Horizonte de Sucesos" (anterior entrada de este blog); y a la izquierda la pared que acaba en la Meseta Inclinada y la cima principal.

Nos dirigimos al centro de esta última, allí, entre verticales cascadas, discurre la "Vía Quebrada", una vía de roca que nos hace pensar en una posible progresión por su entorno en piolet tracción.

Aspecto general de la pared.

Por ahí va la vía.

La pared se presenta cubierta de hielo, el calor de las horas centrales del día ha formado sobre la nieve una capa de hielo cristal, ha verglaseado la roca y, entre ella, muchas cascadas sugieren varios itinerarios, luego veremos que algunas son columnas quebradizas imposibles de escalar, elegir bien entre ellas será la clave que nos guíe en nuestra progresión. Montamos la reunión inicial con un tornillo y nos metemos en faena.

L1: 40 m/3+
Cascada de 12 metros a 75° con hielo grueso pero muy estalladizo, termina en una sección de hielo a 60° con otro pequeño resalte a 75° hasta hacer reunión bajo una nueva cascada. Protección y reunión con tornillos.

L1.

L1.
L1.


Final L1.

Final L1.

L2: 40 m/4
La zona gruesa de la cascada es hielo cristal quebradizo así que se flanquea hacia la izquierda para enfilar hacia arriba por hielo más fino pero de mejor calidad, 8 metros a 80° conducen al inicio de un corredor en nieve dura y hielo que, con una pendiente entorno a los 60° permite ganar bastantes metros. Reunión a mitad del mismo con dos tornillos acortando el largo para evitar rozamientos. Protección con tornillos y un fisurero.

L2.

L2.

L2.

L2.

Final L2.

L3: 40 m/3
El corredor se convierte en una estrecha línea de hielo que pasa progresivamente de los 60° a los 70° con una evidente bifurcación en la que tomamos la rama derecha. Reunión bajo un muro de hielo con una marcada columna a su izquierda, que nuevamente, al igual que la protección, hacemos con tornillos.

Inicio L3.

L3.

L4: 50 m/3+
El muro de hielo que cierra el paso es un paño quebradizo y la marcada columna está formada por hielo cristal pulido y estriado. Decidimos buscar más a la derecha algo mejor. Protegiendo con tornillos se hace un flanqueo delicado y expuesto en hielo a 65°, al abrirse la visión y, con solo un tornillo ya en el arnés, descubro una cascada a 75° de unos 6 metros que sale a algo que parece nieve dura. Protejo con ese último tornillo, supero la cascada y avanzo por nieve corcho a 60° en busca de una banda rocosa donde hacer reunión. Logro emplazar precariamente un clavo y el tótem negro, refuerzo con los piolets clavados a cañón en hielo y recupero a Yaco.

L5: 50 m/3
Tras un primer resalte en hielo de 5 m a 70°, corredor de nieve dura y hielo con tendencia a la derecha por el que se gana la Meseta Inclinada. Reunión lazando una roca emergente, protección con tornillos.

Saliendo en el L5.

Saliendo en el L5.

Por fin el sol, la Meseta Inclinada está durísima, con una inclinación moderada, pero tremendamente expuesta, nos lleva hasta la salida de la Canal Sur, tras el flanqueo del contrafuerte rocoso, ganamos la cumbre por un corredor con nieve también muy dura y algo de hielo que da el castigo final a nuestros gemelos y punteras.

Últimos metros.

Muchas horas y un puntito de tensión hasta el abrazo del final.

Bajamos por La Llana sin perder la concentración pues está muy helada, y por fin, con las últimas luces del día, descendemos por el Callejo Grande donde, sorprendentemente, la nieve sigue estando dura. Volvemos a encender los frontales como hace unas cuantas horas, para llegar hasta Vidrieros, la luna, que quiere ser llena, junto con la neblina que se está echando, dan un aspecto mágico a estos últimos pasos. Mientras, la silueta del Curavacas, sutilmente iluminada, nos reclama una última mirada.

Los maltrechos pies nos recuerdan lo durísimo que estaba el hielo. "Rompehielos", no podía ser de otra manera, un nombre que nos transportará a las condiciones de la apertura de esta línea que, como me dice Tente Lagunilla, endereza la estival "Vía Quebrada". Discurren cercanas, en algún momento se cruzan, pero no comparten recorrido. Grandezas del invierno, con su disfraz de hielo que todo lo cambia.

sábado, 11 de enero de 2020

Apertura. "Horizonte de Sucesos". (V/4). Curavacas. Enero 2020



Hace unos días, antes de entrarle a "Los Faquires", me fijé en una línea blanca que surcaba de abajo a arriba la pared norte del Curavacas hasta morir en la misma cima Oeste. Al hacer la vía, a la izquierda, observé su entrada, parecía factible pero habría que estudiarlo. Ya en casa, recopilé todas las fotos que pude de la pared y Tente me confirmó que estaba sin hacer.

Como las condiciones en la zona son excepcionales y la meteo del finde se presenta óptima, le propongo darle al asunto. Si hay alguien indicado para ello es él, conocedor como nadie de todos los rincones y secretos de esta montaña.

Acepta la propuesta y por cuarta vez en 12 días, vuelvo al Curavacas. En esta ocasión, trazo un croquis previo a la escalada, la línea es tan clara que parece inexplicable que nadie la haya tomado como objetivo.

En un amanecer de luna llena, la cara norte de la gran Dama se muestra exultante vestida con sus mejores galas heladas. Con todo en el arnés escalamos por buen hielo hasta hacer reunión a la entrada de "Los Faquires", sacamos las cuerdas y vamos al lío.

La pared.

L1: 40 m/3
Sucesión de resaltes con hielo perfecto que se protege por la izquierda en roca. Reunión en la bifurcación también en roca reforzando, en este caso, los tótems con un clavo.

L2: 50 m/4
Pequeña vira ascendente a la izquierda para entrar en una goulotte estrecha y encajonada con dos resaltes a 85°. Protección en roca y con tornillos, reunión en roca a la izquierda.

L2.

L2.

L3: 60 m/3
Sucesión de corredores en hielo y nieve que ganan altura con elegancia, dos resaltes a 70° como máxima dificultad hasta entrar en el nevero final dónde hacer reunión a la izquierda con tótems. Protección con tótems y tornillos.


L3.


L3.

L4: 30 m/55°
Se remonta el nevero hasta la cima Oeste donde hacer reunión al otro lado de la arista.


Fotos que nos hacen unos amigos desde la cima  del Curavacas.

Fotos que nos hacen unos amigos desde la cima del Curavacas.


Por fin salimos al tibio sol que entra por el sur, contentísimos por la belleza de la vía recogemos el material con tranquilidad. Recorremos una cresta con gran ambiente hasta el Corredor de los Gránulos, que ha sido el que hemos elegido para bajar.

Satisfechos.

Arista.
Cima.

Sí hace unos días la nieve estaba dura, hoy lo está más, destrepamos 400 metros de cara a la pared, imponiendo un castigo adicional a nuestros pies y gemelos. Este corredor tiene su gracia, bloque empotrado y resalte incluido, para hacer una disfrutona ascensión, pero hacerlo de esta manera supone un pequeño suplicio.

Destrepando.

Finalmente recorremos en horizontal toda la cara sur de la montaña hasta enlazar con la normal para volver con las últimas luces de la tarde a Vidrieros. Dice Tente que hacía muchos años que no abría nada nuevo en "su" montaña. Yo le digo que, como los buenos "juergas", esta será la penúltima. Y la próxima también.

"Horizonte de Sucesos" será el nombre de la nueva línea. Uno, que es físico, sabe que es algo relativo a las fronteras de universos de espacio-tiempo, pero el nombre lo ha puesto Tente. Seguro que el porqué algo tiene que ver con todo eso.

Croquis.

La vía, salvando las distancias, tiene cierta similitud, en relación a "Los Faquires", con la "Directa del Fraga" en relación a "La Diagonal". Ambas salen hacia arriba en línea recta de sus respectivas diagonales. Una en la Norte y otra en la Noreste.

Y con esa reflexión llegamos al coche.


lunes, 6 de enero de 2020

"Directa del Fraga". (IV/4+, M4). Curavacas. Enero 2020



La Directa del Fraga, la vía mítica del Curavacas, codiciada, esquiva, de difícil formación, en fin, un sueño para todo alpinista.

Estas navidades, después de varios años sin formarse, la han hecho varias cordadas y el otro día, al escalar La Diagonal, vi a la esperada "Desideria", la cascada con la que se inicia, con un aspecto excelente. Pero los días son cálidos y con grandes inversiones térmicas por las noches, las dudas sobre las condiciones están ahí, más si cabe siendo una vía en la que si entras, hay que salir por arriba sí o sí.

Es aquí cuando interviene un factor meteorológico clave: la humedad relativa. En una noche seca (humedad por debajo del 40%), sin viento y estrellada, los efectos de la radiación nocturna se suman a los de la evaporación superficial y pueden dar lugar a condiciones óptimas de hielo, e incluso a su formación, con temperaturas positivas. Y esta noche, en la que vienen los Reyes Magos, nos han traído ese regalito.

A las 5:00 Arturo y yo salimos de Vidrieros en una oscuridad total, sin luna, nada se intuye, vamos ligeros, nieve dura en la sur del Curavacas. Nos colgamos todo el material en el Collado del Hospital y poco después, aún de noche, entramos en el primer corredor. Nieve muy dura también aquí y por tanto tracción perfecta, el resalte de este corredor empieza a aparecer, pero no afecta a nuestra progresión.

En el hombro amanece y el Este se tiñe de rojo, hacemos la travesía y escalamos bajo el bloque unos pasitos pues empieza a quedar alto respecto a la base de nieve.

Bajo el bloque.

Reunión inicial en la cueva bajo el primer resalte de La Diagonal. Estamos solos en la montaña, son las ocho de la mañana, calma total y mucho hielo, ¿se puede pedir más?

Reunión inicial.

A por ello.

L1. 40 m/4-
El resalte del paso duro de la Diagonal está bastante delicado, pasamos por la izquierda en hielo glaseado por la nieve que le cae de arriba. Protección con dos tornillos. Avance por el corredor y reunión con dos tótems a la izquierda.


L2. 40 m/50°
Avance hasta situarse a la entrada de la Directa. Reunión con cordino en puente de roca, tótem y fisurero.

L3. 40 m/4+
Cascada de 15 metros con los 10 últimos a 90°. Hielo difícil de proteger y con pasos que exigen abrir piernas y salirse de la vertical. Tras la cascada nuevo resalte de 5 metros a 85°. Protección con tornillos, reunión en una cueva helada a la derecha lazando una columna de hielo y con un tornillo.


Cascada.

Cascada.

Cascada.

L4. 55 m/4
Resalte de 6 metros a 90° que sale a un nevero a 65° por el que se progresa hasta un hombro, travesía a la derecha hasta otra cueva donde hacer reunión. Protección con tótem al salir de la reunión, un tornillo de la risa en el resalte y luego todo en roca incluida la reu. (tótems y fisurero)

Reunión en la primera cueva.

Saliendo a buscar el resalte.

Salida por el hombro desde la reunión de la segunda cueva.

L5. 50 m/4/M4
Sucesión de 3 resaltes a 85° (de 4, 3 y 5 metros) el primero de ellos ya en mixto.
Protección con tornillos y un fisurero. Reunión a la derecha con tótems y clavo.

A partir de aquí quedan 150 metros de corredor con una pendiente media de 50° y en algún punto 60°. Lo encontramos en condiciones ideales de nieve muy dura y hacemos un ensamble con seguros intermedios (fisurero, 2 tornillos y dos tótems) hasta salir al colladito donde acaba el Callejo Grande y recoger cuerdas haciendo reunión en la argolla allí emplazada.


Corredor final.

Satisfechos nos damos ese abrazo con el que terminan las grandes vías y recogemos todo el material. Solo nos queda una tranquila bajada por la normal, que en poco más de una hora nos llevará al coche.

Abrazo final.

La vía es una maravilla, una manera audaz y vertical de rasgar el enorme muro noreste del Curavacas, el añadido de no habernos encontrado a nadie en la montaña le ha dado un plus de alpinada de las grandes. Ya sabemos qué responder a la pregunta del día, ya sabemos qué nos han traído los Reyes Magos. 

jueves, 2 de enero de 2020

"Los Faquires". (V/3+). Curavacas. Enero 2020



Foto de la guía del Curavacas y Espigüete de Tente Lagunilla.

A la cara norte del Curavacas es complicado acceder, la sensación de estar en un oasis de soledad es total, es una norte sombría, de esas en las que el invierno da una tonalidad azul a las paredes de roca y hielo.

Es 2 de enero y allí estamos Arturo y yo. El silencio es total y tentadoras líneas blancas surcan las paredes. Entre ellas hay una con un nombre lleno de historia , "Los Faquires", aquella valiente cordada protagonista de una tragedia que se convirtió en leyenda.

Aspecto general de la vía.

Con ese objetivo hemos venido y a los pies de la cascada del primer largo nos colgamos todo del arnés y sacamos la cuerda.

L1: 50 m/3+
Cascada de 20 metros a 80°, muy buen hielo para progresar y proteger, termina en una campa a 40° por la que se avanzan metros hasta hacer reunión en una roca.

Cascada del L1.

L2: 60 m/55°
La campa va ganando pendiente hasta la proximidad de la pared, sin proteger avanzamos hasta hacer reunión en ella con tótems.

L3: 30 m/60°
Se avanza en diagonal hacia la izquierda por nieve dura hasta hacer reunión a la entrada de la goulotte en la que acaba la campa. Reunión como la anterior. Tampoco protegemos.

L4: 45 m/3+
Primeros 30 metros bastante mantenidos a 75° con resaltes cortos de 80°. Hielo blanco muy bonito para progresar. Salida a corredor a 55°. Protección y reunión a la izquierda con tótems.

L3.

L3.

L3.

L3.

L5: 50 m/55°
Se avanza por un corredor muy cargado de nieve que termina en un hombro. Ensamble.

L6: 30 m/travesía
Travesía expuesta hacia la derecha, aseguramos con el cuerpo en el hombro y protección en roca, como la siguiente reunión.

Travesía.

Corredor final.

L7: 50 m/60°
Corredor muy cargado que termina en la arista, ligeramente al oeste de la cima Oeste del Curavacas. Protección con tornillo y reunión al otro lado de la arista.

L7.

Vía muy alpina en un entorno de compromiso, nos ha satisfecho plenamente. Pero no hemos terminado los deberes, nos queda un descenso que no va a regalar nada.

Estamos frente al Corredor de los Gránulos y nos decidimos por él para afrontarlo. Nieve muy dura y hielo, toca destrepar muchos metros de cara a la pared, primero un resalte y luego un bloque empotrado, que pasamos por debajo, no nos permiten relajarnos.

Llegando a la base del corredor.

Por fin salimos del corredor, nos quitamos crampones, guardamos el material e iniciamos un largo flanqueo por toda la cara sur de la montaña hasta llegar a la pedrera de la subida normal.

Un último paseo hasta el coche, ya con las últimas luces de la tarde y por el fondo del valle, sirve para terminar esta bonita jornada de alpinismo en la que hemos disfrutado de una escalada en un entorno que da la sensación de estar totalmente aislado del resto del mundo.