domingo, 1 de mayo de 2016

"El Hortelano". (III/3+). Torre Salinas. Mayo 2016


Fernando, conocedor como nadie de las condiciones del hielo de Picos, me propone esta vía tras verla de cerca hace un par de días. Es una vía muy poco repetida desde su apertura, una o dos veces creemos, quizás por estar a la sombra de su paralela Chimenea Norte, quizás por sus no siempre buenas condiciones o tal vez porque su acceso y visión no son fáciles. El caso es que es una línea definida y elegante que surca la pared de modo muy directo hasta la arista, no menos espectacular que otras grandes clásicas del macizo.
Son las 5 y media cuando empezamos a andar, la noche es ideal, fría y estrellada, de las que dan buenas vibraciones. Poco después nos ponemos los crampones y remontamos la canal de Pedabejo, justo sobre ella, el amanecer ilumina de forma mágica la Vega de Liordes. A las 7 nos equipamos mientras admiramos la vía, el viento entra ahora fuerte y con rapidez nos situamos al inicio de la escalada.
Hacemos un primer largo en ensamble con seguros intermedios sobre una rampa de nieve dura a unos 50° y con tendencia hacia la izquierda para montar reunión con dos friends al inicio de las dificultades. Un clavo viejo, muy viejo, en su parte media, será lo único que encontremos, junto con otro de su misma quinta, en toda la línea.

Primera reunión. Asoma Lorenzo.

El siguiente largo, que despliega los 60 metros de cuerda se desarrolla sobre una rampa de hielo progresivamente más estrecha e inclinada que, a la par de altura, gana ambiente, surcando de modo elegante la pared.  Se asegura con tornillos y termina al pie de una goulotte que promete, se hace reunión a su derecha con dos friends y el mencionado segundo clavo viejo.

Segundo largo.

Un poco más arriba.

Estamos ante el pasaje más vertical de la vía, 80°de media, aunque con algún respiro, casi todo él con buen hielo para progresar aunque algo menos bueno para asegurar, el primer tornillo que mete Fernando entra a fuego pero los dos siguientes llorando un poco, el escalón final es el más vertical, 85°, y el de hielo más flojo, aquí los pies dan poca confianza y hay que darlo todo con los piolets. Tras superarlo una campa de hielo más tumbada lleva a la reunión montada con un clavo nuestro y dos friends.

Tercer largo desde abajo.

Su inicio.

Mirada hacia abajo.

Y hacia arriba.

En lo más pindio.

Superado.

Aquí ya relaja la cosa.

Llegando a la reunión.

El cuarto largo es estético y de los que se disfrutan, continúa la estrecha goulotte con muy buen hielo y una un inclinación en torno a los 60°-70°, se protege bien con tornillos y tras apurar de nuevo la totalidad de la cuerda se hace reunión en roca y ya al sol con un fisurero, un friend y un clavo.

A por el cuarto.

Más arriba.

Otro paso.

Superado.

Salimos de la goulotte y afrontamos como quinto largo una campa de nieve a 60° colgada entre dos espolones. El sol ataca a la nieve pero ésta se resiste en su dureza, es una zona aérea y muy alpina, soledad absoluta, altura y nada puesto en la pared, contribuyen a realzar esa sensación. Pocos seguros pueden ponerse, tan solo un par de friends en las escasas rocas emergentes. Se hace reunión de nuevo con el trio fisu, friend y clavo.


Sol, luz y altura.

Tirando de gemelos.

Casi en la reunión.

El último largo comienza con una delicada travesía hacia la izquierda en mixto, la nieve aquí da poca confianza y es necesario ganchear con los piolets en la roca que delimita por encima nuestros pasos, se accede así a un pequeño corredor, ya con mejor nieve, que se va estrechando hasta acabar en una nueva goulotte de anchura mínima, la justa para poder pasar, que termina en la arista. Tan sólo un friend permite asegurarla en su comienzo. La salida es espectacular,  y ya sobre el espolón, se accede a una cómoda reunión que se monta con 2 friends y un fisurero.

Mixto de salida.

Goulotte final.

Salida.

Fin de las dificultades.

Nos queda recorrer la aérea arista hasta la cima, las vistas son espectaculares sobre el Valle de Valdeón, 1500 metros más abajo a la izquierda, y la Vega de Liordes a la derecha.

Cima.

La escalada nos ha llevado 4 horas de vía más media de arista, son las 11 y media, comemos algo y bajamos por la normal antes de que la nieve se reblandezca, de ese modo a la una y media estamos en el coche. Ocho intensas y divertidas horas con la compañía perfecta.

Destrepando la normal.








miércoles, 20 de abril de 2016

"Modica Noury". (IV/5). Mont Blanc du Tacul. Abril 2016


A las 3:45 de la mañana partimos del refugio de Cósmicos con una luna casi llena que ilumina mágicamente el Valle Blanco. La nieve ha transformado y las raquetas permiten avanzar con cierta facilidad. No hace viento ni demasiado frío. Dos horas de marcha nos llevan a la base de la imponente muralla de la cara este del Mont Blanc du Tacul. Cruzamos la amenazante rimaya ya con los crampones y equipados, y abordamos el largo corredor que lleva a la goulotte.
Salva un desnivel de unos 300 metros, la pendiente ronda los 60° y presenta pequeños resaltes, lo ascendemos en ensamble. Solo un par de veces ponemos seguros intermedios. La nieve da confianza con su progresiva dureza. En primer lugar el amanecer y luego los primeros rayos de sol acompañan nuestro ascenso. Son las 7, hemos remontado con buen horario el precioso corredor, y la agresiva goulotte se muestra con buen aspecto al admirarla desde su base.

Primeros rayos de sol.

Espectacular el corredor.

Inicio de la goulotte.

Hacemos reunión con dos tornillos e iniciamos el largo. Es amable y disfrutón, buen hielo para progresar y asegurar, a unos 75° de inclinación todo él. Sol y el frío justo. Únicamente molestan pequeñas coladas de nieve que caen por la vertical. Desde la reunión, montada con un cordino y un tornillo vemos que se acerca otra cordada.

Primeras dificultades de la goulotte.

Progresando.

Se trata de una pareja de galeses, se han puesto a nuestra altura y han preparado un pequeño lío en la reunión, Ángel escala el largo siguiente, es complicado por su verticalidad, llegando incluso a extraplomar en algún pasaje, y por la calidad del hielo, algo perjudicada por su exposición al sol. Lo asegura con varios tornillos mientras los británicos hacen por salir en paralelo. Les apremio a que no lo hagan y me pongo a escalar algo tenso y con prisa. Me cuesta pero lo saco, la parte final mixteando por terreno poco fiable. Ellos amplían el largo  para hacer reunión más arriba y así adelantarnos.

Saliendo por mixto.

A punto de alcanzar la reunión.

A partir de aquí la goulotte no deja de lanzar nieve y hielo sobre nosotros, por un lado el que arroja la otra cordada y por otro, el que el sol, al incidir sobre la parte alta de la pared, hace caer de modo espontáneo. Resulta inevitable el no poder esquivar parte de este bombardeo. Bajo él, escalamos el siguiente largo, una sucesión de rampas de nieve y resaltes de hielo y mixto no demasiado verticales que apuran la totalidad de la cuerda. Varios friends permiten asegurar la progresión. Se hace reunión colgados sobre un spit bajo el imponente muro final.

Penúltimo largo.

Resta una cascada de 10 metros a 90° como postrer obstáculo a superar. Buen hielo otra vez, pues aquí no entra el sol. Sabiendo que es el último esfuerzo, y apretando a tope, lo sacamos con soltura. Ángel lo ha protegido a la perfección con tres tornillos.

Penúltimo esfuerzo.

.....y último!

Un abrazo y a rapelar. Es la una de la tarde, llevamos 6 horas metidos en la estrecha goulotte.
Van a ser 5 rapeles en los que, por fin, obtenemos algo positivo de los galeses, aprovechando cordinos que han ido colocando en su descenso.
Continuamos rapelando también la parte alta del corredor hasta que decidimos destrepar pues dos cordadas más bajan de la Gabarrou Albinoni y el overbooking es inevitable.
Llegar al glaciar nos lleva casi 3 horas y subir al refugio otra más, completamos así 14 horas sin tregua. Estamos agotados pero felices. Una grandísima clásica en nuestra mochila. Hoy sí, cenaremos con vino en el acogedor comedor de Cósmicos. Y brindaremos por este gran día.

Despedimos al paredón.

Conseguido.







martes, 19 de abril de 2016

"Goulotte Chèré". (II/4). Mont Blanc du Tacul. Abril 2016


Tras haber llegado hasta su base el día anterior y haber tenido que volver a Cósmicos bajo una gran nevada, salimos a las 6 de la mañana del refugio y dos horas más tarde atravesamos de nuevo la rimaya después de cambiar las raquetas por crampones. Ángel y yo estamos ansiosos por atacar nuestro primer objetivo de este viaje relámpago a los Alpes. Las raquetas han hecho algo más llevadera la aproximación sobre los 40 cm de nieve fresca y el día, hoy sí, se muestra radiante.
Un primer largo sobre la empinada ladera del triángulo del Tacul nos lleva a la base de la goulotte, la nieve mejora y se endurece a medida que subimos, sus 50° de inclinación nos llevan hasta la pared.

Inicio del primer largo.

Iniciamos nuestro segundo largo. Las condiciones del hielo son magníficas  y los 80° que mantiene el inicio de la goulotte nos permiten progresar disfrutando, y a los tornillos, morder con seguridad; además de ellos, un par de friends trabajan a la perfección hasta la reunión, a la que se accede en una travesía en mixto hacia la derecha. Un spit reforzado con dos tornillos conforma la misma.

Primeras dificultades

Primer largo.

Continúa.

Continúan los 80°.

Más.....

Travesía.

Llegando a la reunión.

Reunión.

El siguiente largo se muestra imponente desde aquí. Se trata de una amplia lengua de hielo a 80°-85° cuyo final no puede verse desde la reunión. Remontándola se accede a terreno más tumbado por el que se apuran los 60 metros de cuerda hasta culminar la escalada.

Mirada hacia arriba.

Saliendo de la zona a 85°.

Hacia la última reunión.

Estamos arriba. Nos queda rapelar la vía y, de paso, ir fijándonos en todos esos detalles que pasan desapercibidos cuando uno se concentra en la escalada.

Rapelando.

Acabando el rápel.

Solo nos resta volver a cruzar la rimaya y, por nuestra huella, ir a descansar satisfechos al refugio para completar ocho horas de intensa actividad.

Volviendo al refugio.


Enlace a la descripción de esta misma vía otra  temporada:

jueves, 17 de marzo de 2016

Apertura. "Lora-Callejo-Alvarez"". (IV/3+) y "Gulot Noroeste" (IV/3). La Galana. Marzo 2016




Cuando Raúl Lora me comentó que en la cara noroeste de La Galana aún quedaban posibilidades para nuevas aperturas me costó creerlo. Y no se trataba de vías rebuscadas en una montaña rebuscada, eran las vías más directas y hermosas de la segunda cima de Gredos y en su cara más espectacular. Todo esto a 100 km en linea recta de la Puerta del Sol.   ¿Sueño o realidad?
Concedido el honor de ser partícipe de esta aventura, nos pusimos a buscar ese momento en que los astros se alinean, condiciones de la vía, meteo, huecos laborales....hasta que llegó el día. Otro titán, Manuel, tomará parte en el intento.
Así las cosas, quedamos en Hoyos a las 5,30. He madrugado un poco para dormir en casa y viajar desde Arlanzón. A las 6 de la mañana salimos de La Plataforma y en una hora y cuarto estamos en el refugio, lo pasamos de largo y media hora después nos ponemos los crampones al pié de la Canal de los Geógrafos. Vamos rápido y pronto estamos en el Venteadero, nos asomamos a la imponente cara noroeste de La Galana.
Aquí no da el sol y hace frío, un frío ideal para escalar.
Bajamos la empinada canal que separa nuestro objetivo del Risco del Gutre y avistamos la pared en todo su esplendor.

Raúl y yo a pié de pared

La pared más de cerca.

El objetivo principal, la vía más rectilínea que surca la pared, directa hasta los bloques cimeros, se muestra completamente seca en su inicio, inicio que desde aquí parece infranqueable. La segunda de las opciones previstas, una estética goulotte situada a su izquierda y algo menos directa, parece, sin embargo, que casi en todo su desarrollo, mantiene al menos manchas de hielo. Nos acercaremos y allí decidiremos.
Un primer largo que podría escaquearse nos llevará al inicio de la citada goulotte, empieza en unos metros de buen hielo, no muy ancho eso si, a unos 75° que Raúl protege del factor 2 con un tornillo y después asegura con un par de friends. Superado, se accede a una campa de nieve que lleva sin mayor dificultad a la segunda reunión, montada con dos friends.

En el primer largo.

Se le ve a Raúl muy contento. Ha echado un vistazo y, escondida por la perspectiva, la línea ofrece una mínima chimenea con hielo salvo en sus primeros cuatro metros. A por ella. Salva el comienzo con unos pasos atléticos en seco donde los crampones monopunta y las recién afiladas hojas de los piolets dan su máximo. Da gusto verle escalar sin ningún movimiento superfluo. Luego aparece el ansiado hielo y todo se hace más llevadero. Hay que tratarlo con cariño pues es quebradizo y de apenas dos palmos de ancho. Se mantienen los 80° hasta alcanzar un mixto más fácil que el inicial, que lleva hasta la reunión. Largo de unos 50 metros que Raúl asegura con friends. También con dos de ellos monta reunión. Manuel y yo seguimos sus certeros pasos, es el largo clave de la vía y la arista está ahí mismo.

Superada la chimenea seca

Mixtos para disfrutar.

Finalizando el largo clave.

Raúl nos tiene reservada una sorpresa, ¿por qué no aprovechar que estamos aquí, rapelar y hacer otra goulotte paralela al itinerario que hemos seguido? . Vamos bien de horario así que al lío. Lazando un bloque nos vamos los 3 para abajo en un rápel.
De nuevo estamos a la altura de la segunda reunión pero desplazados unos metros a su izquierda. El largo empieza también con unos metros secos que se superan con una especie de babaresa de piolets, luego aparece el hielo en manchas frágiles pero fiables y finalmente se accede a una zona que alterna hielo y nieve corcho. También unos 50 metros, para acabar en la arista, asomándose al sol de la vertiginosa cara este, sobre ella se laza un bloque para montar reunión. Luego de la verticalidad del inicio se mantiene en torno a los 75°. Tal vez más fácil que el recorrido de su derecha, pero más difícil de proteger. El trazado que acabamos de escalar, descubriremos más tarde que ya se había escalado y supone la primera repetición de la "Gulot Noroeste", abierta en 2011 por Carlos Cabeza y compañía.

Últimos metros de la segunda variante.

Nos quedan unos metros de arista hasta el bloque cimero que constituyen el largo final, trascurren por fin al sol y con unas vistas increíbles disfrutamos de ellos.

En la arista.

En la cima.

Sin casi parar iniciamos el descenso hasta la brecha y superada esta nos desencordamos en el Venteadero. Bajamos como motos y sin apenas parar llegamos a la Plataforma a las 16:30.
Diez horas y media no-stop y casi 1700 metros de desnivel positivo.
Dos vías hechas y la primera una preciosa apertura de unos 180 metros, se llamará Lora-Callejo-Álvarez para recordar este trío de amistad.
Un día de los que nunca olvidaré. Gracias titanes. Gracias Raúl.


Adjunto aquí el croquis sobre el estado de la pared en que realizamos las vías, la de la izquierda es la que hemos abierto, la de la derecha la que nos dicen que abrieron otros escaladores hace unos años y que, también hoy, hemos repetido por primera vez.




miércoles, 3 de febrero de 2016

"Diedro Esteras". (IV/3+, M3). Almanzor. Febrero 2016

A pesar de no haber sido un buen año en lo meteorológico de cara a las actividades invernales me dice el "doctor en Gredos" Raúl Lora que las condiciones en el diedro Esteras, cara Norte del Almanzor, son aceptables. Así las cosas, a por ello.

Croquis de la vía, elegimos la opción directa.

Quedamos en Hoyos del Espino a las 6 de la mañana, yo, según mi sana costumbre, viajo desde Arlanzón de madrugada. Veinte minutos después estamos en marcha y desde La Plataforma y pisando muy poca nieve, dura como una piedra eso sí, en una hora y media nos plantamos en el refugio Elola.
Ya con los crampones puestos ascendemos hasta la Hoya Antón. Desde allí, unos corredores de unos 45° o 50° de inclinación, permiten acceder de modo muy directo y ameno hasta pie de vía. La nieve, muy dura, nos ayuda a avanzar rápidamente.
Son las 10 de la mañana, y estamos ya equipados y dispuestos a comenzar la escalada, el día es perfecto, frío y soleado.
Primer largo: desde la reunión, montada con dos friends, se afronta una rampa de nieve muy dura de unos 65° que da transición a una fina línea de hielo a 75°- 80° que en algunos tramos no sobrepasa el medio metro de anchura, es una gozada escalarla, Raúl la ha protegido con varios friends y así mismo, con dos más, monta la segunda reunión.

En el primer largo.

Estrechamiento.

Disfrutando.

El segundo largo es el diedro propiamente dicho, el paso clave de la vía (al menos eso pensaba yo...). Comienza en una rampa de nieve que va cerrándose hasta un bloque empotrado, pese a verse luz bajo él, hay que pasarlo por fuera, a su izquierda, por una placa cubierta de hielo fino y quebradizo, el primer paso para alzarse a ella es complicado pues inevitablemente uno se encaja en la fisura y cuesta salir. A partir de ahí, tratando al hielo con delicadeza en los pies y buscando que los piolets no lo resquebrajen, se sale hacia arriba en unos metros casi verticales (85°) hasta alcanzar la reunión que ha montado Raúl con un friend y un fisurero.

Saliendo a la placa.

En la placa.

Un paso más arriba.

El siguiente largo, en el que apuramos los 70 metros de cuerda, es una sucesión de rampas de nieve-hielo a unos 60° con algún tramo algo más inclinado. Está todo tan duro que los gemelos sufren bastante.
Las rampas se cierran frente a un muro de roca bajo el que se monta la reunión de nuevo con friends.
El cuarto largo me parece el más duro, elegida la variante que accede de modo más directo al bloque cimero, despliega unos 60 metros de cuerda en los que el viento impide la comunicación, empieza con un murito vertical sin nada para pinchar y en el que hay que buscar agarres para las manos. Raúl lo saca con soltura y elegancia, después pierdo el contacto visual con él. Yo, con un piolet en el arnés, tiro con el otro de dry-tooling y ayudándome de una mínima regleta donde apoyar el crampón me aupo sobre el resalte, después, sacando el segundo piolet, logro pinchar en una pequeña placa de hielo y acabar superando el paso. Un par de metros en mixto y se afronta otro tramo de roca algo extraplomado donde no hay nada para los pies, logro sacarlo gancheando con los dos piolets en sendas fisuras y tirando de brazos. De ahí se sale a un pequeño espolón que alterna nieve, hielo y algo de roca. Por último, un flanqueo expuesto por una repisa de nieve inconsistente que se asoma a la Norte Clásica y que Raúl cose a friends, lleva a la reunión (montada lazando un bloque con un cordino). Solo resta acceder a la cima trepando en ensamble los bloques que la conforman. Cuatro horas largas nos ha llevado la vía. Una escalada muy completa y con gran ambiente en la que, salvo un par de clavos viejos, todo hay que sacarlo del arnés.

Foto de cima.

Sólo nos queda bajar por la normal hasta el refugio en poco más de una hora y después la siempre dura subida a Barrerones para acceder a La Plataforma. Once horas de actividad con un gran maestro, aprendiendo de cada uno de sus movimientos en la mejor de las aulas y disfrutando del profundísimo conocimiento que tiene de este maravilloso macizo. Gracias profesor. Gracias amigo.

Enlaces a descripciones de esta misma vía en otras temporadas: