miércoles, 24 de enero de 2024

Apertura. "Diedro Amagau". (IV/4, M5+). Aneto, cara noreste. Enero 2024



Volvemos a la noreste del Aneto. En la reciente apertura, hace 3 semanas, de "Caprichos del Viento", Jonatan y yo pensamos en una atractiva posibilidad por su izquierda, se intuía un diedro que no se dejaba ver. Hoy lo hemos abierto, "Diedro amagau", que significa "escondido" en la lengua del valle de Benasque, el patués.

A las 3 de una madrugada cálida y bajo la luz de una luna que mañana será llena, partimos de los Llanos del Hospital en lo que, bien lo sabemos, va a ser una larguísima aproximación. Desde Aigualluts abrimos huella en una nieve que, en ocasiones, llega hasta la rodilla. La calidez da paso al fresco, y éste al frío de las alturas acompañado de un moderado viento norte.

Clarea a 3000 m.

Y amanece a 3100.

Tras casi 6 horas y media estamos a pie de vía, unos metros a la izquierda del comienzo de "Caprichos del Viento". Sólo llevamos friends y serán los protagonistas de protección y reuniones.

L1: 55 m/ 3+, M5+.

Mixto duro que, con cierta tendencia hacia la izquierda, gana metros hasta enderezarse en un muro ligeramente desplomado pero que permite buenos gancheos en una roca que, además, deja proteger muy bien. El hielo es suficiente para traccionar y se sale a buena nieve. Reunión en la pared izquierda.

L1.

L1.

Final L1.

L2: 60 m/ 4, M5+.

Se encara una bonita goulotte que, sin grandes complicaciones, va estrechándose hasta converger en un diedro. El diedro, prácticamente vertical, de nuevo es muy agradecido para los gancheos, además sale a buen hielo y da opción a una perfecta reunión lazando un bloque justo tras superarlo.

L2.

Final L2.

L3: 55 m/ 65°/M.

Rampa de nieve con algunos resaltes y cornisa final bastante tiesa. La nieve aquí es más inconsistente y se van algunas placas para abajo. Conviene proteger por esa razón pese a la moderada inclinación. Reunión con el cuerpo en la otra vertiente.

L3.

L3.

Ya al sol recogemos material y, tras la foto de cumbre de rigor, afrontamos el larguísimo descenso, esta vez por Aigualluts. Comentamos durante él esa filosofía, en la que coincidimos plenamente, de no dejar nada en unas paredes alpinas que son de todos. Y es que eso del taladro y los parabolts no cabe en nuestro concepto de alpinismo de aventura. 

Cima.



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