domingo, 8 de marzo de 2020

Apertura. "Cinco Lunas". (IV/3, M). Pico de La Doncella. Marzo 2020




Está claro que este no es el año de Gredos, tan claro que casi todo el mundo está convencido de que, a primeros de marzo, la temporada está acabada.

Pero no nos resignamos a ello, al fin y al cabo son las montañas que nos han enseñado a escalar y las queremos dar, cuanto menos, el beneficio de la duda. Además hay un habitante casi perpetuo de estos riscos que nos ha dado valiosísima información. Y sabemos que Raúl, generoso como siempre, no es de los que fallan en estas cosas.

Ahí estamos Yaco y yo a las 5:00 saliendo de la Plataforma casi al trote para afrontar la larga pateada que nos llevará a la Portilla del Rey. Hasta los 2200 metros de altitud no nos pondremos los crampones pero, eso sí, a partir de ahí la nieve está tan dura como la roca que hemos pisado anteriormente.

Del sol del Gargantón pasamos al mundo oscuro y helado del circo de Cinco Lagunas. Nos equipamos y bajamos con cuidado y con tendencia a la izquierda para tomar perspectiva sobre nuestro objetivo. La línea se ve formada hasta que se pierde entre enormes bloques negros. Habrá que ver qué se esconde entre ellos.

Entramos por un bonito corredor a 55° por el que ganamos metros sin sacar la cuerda. La nieve corcho es perfecta y nos dice, con ese sonido tan característico que emiten los piolets al rasgarla, que nos lo vamos a pasar requetebién.

Entrando al corredor inicial.

Corredor inicial.

Corredor inicial.

Montamos la R0 con dos tótems en esas fisuras perfectas que nos recuerdan que estamos en Gredos y le da Yaco al primer largo.

L1: 55 m/3/M
Gulot de nieve a 70° interrumpida por un resalte en hielo en el que hay que sacar un pie a roca. Protección y reunión con tótems.

L1.
L1.
L1.
L1.
L1.
L1.
Mirada al L2.

L2: 35 m/3/M
Nueva gulot a 70° esta vez en hielo y con un par de tramos en que los pies apoyan en roca. Salida a los bloques del cordal en los que se hace reunión en roca con un tótem y un fisurero. Protección en roca con tótems.


L2.
L2.
L2.
L2.
L2.
L2.
L2.

L2.
L2.
L2.

Estamos arriba de este risco, el "Pico de la Doncella", para que todos lo sitúen, el primero a la izquierda de la Portilla del Rey según se sube desde el Gargantón. Seguro que entre sus bloques se apostaba Alfonso XIII en sus cacerías por estos lares.

Desde él se contemplan a la perfección las cinco lagunas que dan nombre a ese precioso circo. Cuando llegue la noche, la luna llena se reflejará en el hielo de cada una de ellas multiplicándose de modo mágico. Y "Cinco Lunas" será el nombre de esta vía.


martes, 25 de febrero de 2020

Apertura. "Audaciam".(IV/3+, M). El Belesar. Febrero 2020.


Este invierno no se ha portado nada bien con Gredos y se ha escalado poco en sus sierras, sin embargo, no nos resistimos a creer que no se pueda hacer algo interesante, Raúl, con su olfato único de cazador de hielo, plantea un atractivo objetivo en un lugar donde no entra nunca el sol. Y allí nos vamos.

Son las 8 cuando ascendemos con rapidez un "Corredor Resino" duro como la piedra, ahí, a su izquierda, entre la roca oscura, se puede observar una sucesión de líneas y manchas de hielo que parece tener continuidad, luego desaparece en un laberinto de bloques. Habrá que atreverse a intentar descubrir si ese laberinto tiene salida.
Montamos la reunión inicial en roca y vamos a ello.

L1: 55 m/3
Gulot a 70° que se va encajonado hasta terminar en un resalte de un par de metros a 80°. Superado, un nevero a 60° lleva, en diagonal hacia la izquierda, al inicio de una cascada, en cuya base se hace reunión. Protección y reunión, como haremos en el resto de la vía, siempre en roca.

L1.

L1.

L1.
R1.

L2: 40 m/3+/M
Cascada no continua que permite avanzar traccionando de piolets y jugando con los pies entre roca y hielo. De modo muy vertical alcanza una estrechísima gulot que, a 75°, asciende con tendencia a la izquierda hasta salir a un aéreo espolón donde se hace reunión.

L2.

L2.

L2.

L2.

L3: 60 m/70°
Corredor que alcanza la cumbre con una inclinación que aumenta progresivamente hasta los 70°-75° de la cornisa.

L3.

L3.

Yaco, el autor de todas las fotos, saliendo del corredor.

Es llegar a este final y empezar a nevar, recogemos las cuerdas rápidamente y emprendemos un descenso que recuerda mucho a esas carreras de montaña que tan de moda se han puesto.

Hemos tenido el atrevimiento de asomarnos al final de esa agresiva gulot y la recompensa ha sido está preciosa vía que combinada con el Corredor Resino proporciona una escalada de unos 300 metros con enorme ambiente.

Y atrevimiento en latín es "Audaciam". 

sábado, 22 de febrero de 2020

"Goulotte Norte". (III/3). Espigüete. Febrero 2020


Desde aquellos tiempos en que uno iba al monte con piolet de travesía, al subir o bajar por la norte del Espigüete, me llamaba poderosamente la atención una vertical y elegante gulot que alcanzaba las proximidades de la cima Este.

Después de varias escaladas exigentes apetece disfrutar de otras en las que haya que apretar menos, alpinismo más relajado, sin horarios ajustados, sin bajadas comprometidas y sin el estrés de los itinerarios de aventura.

Hoy es un día de esos, Dani y yo hemos madrugado para ser los primeros en entrar en la vía, la meteo es óptima y unas condiciones excelentes contribuyen a incrementar ese disfrute.

Vista de la gulot.

La Goulotte Norte del Espigüete nos recibe con sus mejores galas mientras hacemos la reunión inicial con dos tótems en su base.

L1: 60 m/3
Gulot de nieve muy dura interrumpida por dos resaltes cortos de buen hielo a 70°. Protección con tornillos. Reunión con tornillo, clavo y el tótem amarillo.

L1.

L1.

L2: 55 m/3
Gulot como la anterior que acaba en otro corto resalte de hielo a 70°. Protección con clavo y tornillos. Reunión con dos tótems en una roca emergente.

L2.

L3: 60 m/65°
Elegimos una variante más a la derecha de la habitual, corredor a 65° que desemboca muy cerca de la cumbre Este. Protección con un tótem, reunión con el cuerpo al otro lado de la arista.

L3.


Nos recibe el tibio sol de la cumbre Este donde recogemos el material mientras admiramos las vistas. 

Arista.

Tras recorrer un tramo de bonita arista bajamos por la Norte que está muy dura y con huella hasta que, a la altura de la Sima del Anillo, nos quitamos los crampones. Bajada plácida por el valle entre los senderistas que van a la Cascada de Mazobre y llegada a Pinollano a la hora de comer, como Dios manda, y que nos recuerda a aquel monte de piolet de travesía, bocata de tortilla y tarde de siesta.

sábado, 15 de febrero de 2020

Apertura. "El Ojal". (V/4). Curavacas. Febrero 2020.



La pared derecha del gran anfiteatro de la Norte del Curavacas, hasta hace unos días, solo tenía una línea escalable referenciada, "Los Faquires", cuando el pasado día dos de enero estuvimos escalándola, otras dos, más estéticas y evidentes que ella, llamaron mi atención, la del centro, "Horizonte de Sucesos", la abrimos Tente y yo hace unas semanas, la de la izquierda es hoy nuestro objetivo.

La he estudiado detenidamente a partir de fotografías, las últimas me las han enviado Germán de la Puente y Ángel Villán hace sólo dos días. La travesía inicial aún mantiene el estrecho paso blanco que la hace factible, y la atrevida goulotte, a la que se accede tras ella, se ve con continuidad en hielo.

Comienza nuestra aventura tras remontar la empinada pala que lleva a la reunión inicial, que hacemos con dos tótems, y que es común con la de "Los Faquires" y "Horizonte de Sucesos".

L1: 50 m/60°
Travesía ascendente hacia la izquierda por una banda nevada de unos 60 grados de inclinación. Terreno delicado y muy expuesto. Arturo protege en roca por arriba y descubre un agujero en forma de ojal que le permite salvar el último contrafuerte. Es tan estrecho que requiere quitarse la mochila para atravesarlo. Por él se accede al inicio de la ansiada gulot. Reunión a su izquierda lazando un bloque.

L1.

L1.

El Ojal.

L2: 50 m/4
Estética goulotte que va estrechándose y ganando inclinación hasta acabar en 8 metros a 85°. Muy mantenida en sus más de 30 metros. Pasado el terreno vertical se llega a un nevero a 65° por el que progreso hasta hacer reunión en una roca emergente con dos fisureros. Protejo con dos tótem y dos tornillos.

A por ello, al fondo el ojal. L2.

Gulot. L2

Arturo saliendo de la gulot. L2

L3: 50 m/3+.
El nevero se bifurca en dos corredores, el de la derecha está interrumpido por dos resaltes de unos 3 metros a 80°, Arturo progresa por él hasta hacer reunión con dos tótems en el muro que lo cierra. Protección con un tótem y un tornillo.

L3.

L3.

L4: 40 m/65°.
Por la izquierda un elegante corredor a 65° accede a la arista prácticamente sobre la cumbre Oeste. La nieve corcho, como en toda la vía, da una enorme seguridad y solo protejo con un tótem. Hago reunión con otros dos, y recupero a Arturo.


Inicio del L4.

Desde la reunión final. L4.

El fuerte viento de suroeste, del que estábamos protegidos, nos azota con fuerza mientras recogemos las cuerdas.

Contentos.

Rápidamente seguimos la arista hasta el Corredor de los Gránulos por el que, una vez más, realizamos el laborioso descenso destrepando. A la altura de la aguja del mismo nombre nos quitamos crampones y organizamos el material. Esta vez bajaremos por las pedreras que toman la dirección del Refugio del Postil de Soña, no sin antes batallar con una zona de brezos. Desde allí el cómodo camino que recorre el valle de Valdenievas nos llevará hasta Vidrieros.


Vamos comentando como las alejadas paredes heladas del circo norte ya tienen trazadas sus líneas lógicas tras este atípico invierno en el que, contra todo pronóstico, han estado vestidas con sus mejores galas blancas. También hablamos de lo providencial de ese túnel en la roca que nos ha permitido simplificar la travesía inicial pasando, cual botones por ojal, al otro lado de su último contrafuerte. Y con esa simple reflexión encontramos nombre para la vía.