sábado, 16 de febrero de 2019

Apertura. "Tubular Bells". (IV/3+, M4). La Galana. Febrero 2019




Antes de las cinco comenzamos el ritual de la subida a la Laguna Grande, poca nieve en Gredos en una noche oscura y estrellada pero, eso sí, dura como una piedra. Cruzamos la laguna con precaución, es hielo pulido y transparente, nunca la vi así, sin nada de nieve por encima.
Aún con noche cerrada y sin nadie despierto nos ponemos los crampones en el refugio y aprovechamos la huella hasta la Hoya Antón. Con las primeras luces del alba remontamos la Canal de Isabel II y ya de día llegamos al Venteadero.

Primeras luces.

Tras el refugio todo ha cambiado y hay mucha nieve, además, salvo en alguna zona venteada, está muy dura y permite progresar con facilidad.
Nos asomamos a Cinco Lagunas. Es mi lugar preferido de Gredos, agreste, solitario, sombrío y helado en estas primeras horas. Nos equipamos con toda la artillería.

Buscando perspectiva.

Mas a la izquierda.

Bajamos la canal con cuidado y nos alejamos un poco de la pared para tener perspectiva. Ahí está la línea a por la que venimos, la memoricé el otro día cuando Raúl me la señaló desde el Gutre, quizás un poco seca, Dani duda, yo, que no sé decir que no, le digo que hay que intentarlo, después de más de 4 horas de aproximación y estando aquí, hay que escalar como sea.
Así pues, a por ello.
Remontamos unas palas a 50° con algún resalte a 60° hasta llegar a pie de vía, nieve corcho ideal para progresar que facilita que aún no saquemos la cuerda, la pared encima, nuestras miradas buscando su punto débil, silencio algo tenso. Hacemos reunión con un friend y un tricam algo desplazados a la derecha de la que hemos elegido como entrada y, con el arnés repleto de hierros, me dispongo a entrar al laberinto. Meto un tornillo a cañón en el hielo que forma la base del primer resalte y empieza la fiesta.

L1: 60 m. (3+/M5)

Comienza en un resalte (M4) de 5 metros verticales con buen hielo para traccionar y posibilidad de apoyos de crampón en roca, se sale a un corredor a 70° con un pequeño resalte a 80° que se va estrechando hasta un nuevo resalte (M4) de 4 metros, más seco que el anterior pero con buen hielo por arriba. Superado, la vía gira un poco a derechas y se entra en una gulot de apenas un metro de ancha y muy encajonada que, con una pendiente de 75° y muy buen hielo, remonta hasta morir en un resalte seco de 4 metros verticales. Hasta aquí he protegido con un tornillo corto al inicio y después todo en roca.
Meto el Totem negro y con gancheos de piolet y apoyos mínimos de crampones llego arriba, un techo cierra el avance y hay que salir a la derecha a una placa con manchas de nieve inconsistente y sin la más mínima regleta para meter la punta del crampón. Estirándome al límite, emplazo un microfisurero en el techo, que me permite afrontar el paso bien protegido. Paso de fe en el que hay que tirar del piolet izquierdo, apoyado en una fisurita de la placa, y lanzar el derecho a la nieve de arriba a ver qué pasa. En un primer intento rasgo la nieve y estoy a punto de quedarme a merced del micro, ya quemándome el brazo, hago un segundo intento y afortunadamente está vez pincho en una nieve que tiene la consistencia justita para traccionar y así ganar un nuevo corredor a 70° donde hacer reunión, pocos metros después, en la pared que lo delimita por su izquierda.
Reunión con clavo (que dejamos ahí) fisurero y los dos friends que me quedaban en el arnés. Nunca había apretado tanto abriendo un paso. (M5)


Inicio del L1.

Poniendo el tornillo inicial.

Tras el segundo resalte.

Desde la R1.

Dani, saliendo de lo vertical.

L2: 50 m. (3/M3)

Comienza remontando el corredor a 70° con ligerísima tendencia a la derecha. Se llega así a un resalte de 3 m donde se progresa con pies en roca y con buen hielo arriba para traccionar, Daniel lo resuelve perfectamente, tras superarlo, el corredor gira a izquierda hasta ganar la línea de bloques que forma la arista, para alcanzar directamente la cima norte de La Galana, cota 2549 en los mapas. 
Protección en roca y reunión en los bloques cimeros con dos friends y un fisurero. 


Tras el resalte del L2.
Desde la R2.
Dani, en la R2.

Abrazo emotivo y vión abierto en un lugar mágico. Foto de rigor y recogida de cuerda y material, toca una bajada que no parece de las relajadas. 


Contentísimos en la cima norte de La Galana.

Empezamos recorriendo los bloques de la arista hacia el norte y destrepamos un pequeño corredor expuesto a la vertiente de Cinco Lagunas, luego pasamos a la vertiente del Gargantón y ya no la abandonaremos hasta llegar al collado que nos permitirá volver sobre nuestros pasos. Nieve helada y unos cuantos destrepes de cara a la pared. Tras el collado todo es más tranquilo y disfrutamos de las vistas de la pared escalada.


La pared.

Por ahí va la vía.....

....aunque muy escondida.

La vía apenas se ve, escondida y encajonada, pero se intuye perfectamente su recorrido. Recorrido vertical, elegante y lógico.
Su punto de inicio es inconfundible, dos columnitas de hielo paralelas que, cual campanas tubulares, destacan en la base de la pared. "Tubular Bells", no podría encontrarse mejor nombre para la vía.



Subimos de nuevo la canal que nos lleva a la portilla acumulando más metros de desnivel. Empiezan a pesar las mochilas y aún nos queda un largo camino hasta la Plataforma, pasada la laguna organizamos el material que habíamos recogido apresuradamente en la cima y rematamos la burrada de desnivel subiendo a los Barrerones. Casi 14 horas después de nuestra partida llegamos al coche.


Situación general de la vía en la pared.

Queda un largo viaje, viaje con la música del Tubular Bells de Mike Oldfield como fondo para ir recordando cada detalle del día vivido.


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