Hay ocasiones en las que escalar es una pasión y otras en las que es una necesidad. Esta es una de las segundas. Acaba de morir mi madre, hace tan solo dos días, así, de repente, habiendo mostrado una "juventud" exultante hasta su última hora, y necesito la energía de la montaña para que las estrellas de mi firmamento, ahora desperdigadas caóticamente, se vayan reubicando.
Estos últimos días del año las temperaturas están siendo primaverales, Gredos tiene poca nieve y es difícil pensar que se puedan encontrar buenas condiciones, sin embargo, en las orientaciones nortes de las zonas altas, las heladas de radiación nocturnas hacen milagros, lo sabemos por experiencia y allá vamos.
Solo hay una vía que no he escalado en La Galana, precisamente la primera que se abrió en ella, "Pabelnos Matao", nombre ochentero para una línea de 1990, siempre he pensado que a su derecha, la amplitud de la pared, permitiría hacer algo nuevo, pero hay que estar allí, es fácil convencer a Yaco para que me acompañe y además necesito su abrazo de amigo.
Así las cosas, nos amanece en El Venteadero tras más de tres horas de dura aproximación, lo recorremos hasta el collado que separa los Gutres de La Galana, y nos asomamos a ese lugar mágico donde el azul del hielo siempre es el protagonista, la parte alta del circo de Cinco Lagunas.
Bajamos bastantes metros para coger perspectiva y vemos factible una línea muy directa formada por una sucesión de sutiles goulottes que parecen tener continuidad. Sin pensarlo demasiado decidimos escalarla a ver dónde nos lleva.
L1: 50 m/3+
Se inicia en una corta cascada de hielo inconsistente que rápidamente se convierte, tras una pequeña travesía hacia la izquierda, en una preciosa gulot que se abre paso entre los bloques con un hielo perfecto para progresar. Protegiendo siempre en roca, se llega a un amplio nevero colgado donde hacer reunión también en roca.
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L2: 40 m/3+
Se inicia este largo por una gulot que confluye con la paralela de la vía Pabelnos Matao, pocos metros después, en vez de seguir recto como la citada vía, se toma tendencia a la derecha por una placa de hielo fino que permite acceder a otra pequeña gulot que sale a terreno más tumbado. Protección y reunión en roca.
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| Foto que nos hace Iván Jara desde el Gutre |
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| Foto que nos hace Iván Jara desde el Gutre |
L3: 40 m/3
Seguimos recto por una sucesión de resaltes helados de menor dificultad que llevan a la arista sur, unos pocos metros por debajo de la cumbre, de nuevo alejándonos por la derecha del recorrido de la vía paralela. Una vez más, protección y reunión en roca.
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Hemos disfrutado un montón de este recorrido, solitario, en condiciones ideales y en un entorno de un carácter alpino extraordinario. El recorrido trazado comparte una pequeña sección de unos 10 metros con "Pabelnos Matao" siendo el resto de nuevo cuño. Su nombre no podía ser otro que "Maribel", se fue mi madre el día 28, sonriendo y llena de pasión y energía hasta el último día, tal y como siempre la recordaré y quiero que está montaña, tan especial para mí, guarde para siempre su memoria.
La escalada alpina es una terapia en la que escapas a una burbuja aislada de los problemas y penas que permanecen en su exterior, cuando acabas la aventura, vuelves inevitablemente a esa realidad, pero siempre vuelves más fuerte.
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Vistas
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Queda un largo descenso en el que como siempre hablamos de la vida y del amor, y hoy también de Maribel, mi madre.
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