Largo viaje desde Arlanzón para dormir en el refugio de Viadós. A las 4 de la mañana suena el despertador. Carlos y yo iniciamos la larguísima aproximación hasta nuestro objetivo poco más tarde. Estas horas mantienen la nieve dura y progresamos bien para al amanecer tener ante nuestros ojos la preciosa línea que buscamos.
Al fondo nuestra vía. |
Llegar hasta aquí constituye de por sí una larga ascensión de 1400 metros de desnivel, con ella a las espadas, montamos la R0 con dos friends y encaramos el primer largo.
Es una sucesión de rampas de nieve a 60° con pequeños resaltes en buen hielo, ninguno de más de 4 metros. En uno de ellos, con dos tornillos, se monta la R1. Se ha protegido con friends y un tornillo.
Primer largo. |
Primer largo. |
Primer largo. |
El segundo largo es similar al primero pero con un resalte algo más largo, unos 6 metros, en su parte central. No es muy vertical pero presenta un hielo cristal muy quebradizo. Permite, eso sí, proteger con sendos tornillos. R2 con friends.
Segundo largo. |
Segundo largo. |
Segundo largo. |
Segundo largo. |
El tercer y último largo es una rampa de nieve dura a unos 55° que ya en su mitad acaricia al sol. Desemboca, con enorme ambiente, en la arista que de forma ya amable, conduce a la cima de Posets.
Tercer largo. |
Tercer largo. |
Comemos y disfrutamos de las vistas y del calorcito.
En la cima. |
Nos queda recorrer la arista Norte y afrontar la larguísima bajada hasta el refugio. El transcurso del día empeora progresivamente el estado de la nieve y la progresión se hace muy penosa, hundiéndonos muchas veces hasta la cintura.
Bajando. |
Así las cosas, tras doce horas de intensa actividad, llegamos satisfechos al momento mágico de quitarnos las botas.